Hola a todos y muy bienvenidos. ¿Qué tal va la semana? A mí me ha pasado rapidísimo, ufffff, demasiado.
Hoy vengo con un post improvisado, como todos los jueves, así que aquí estoy, con mi café bien caliente y con mi gato que no para quieto, y pensando un poco en el tema de hoy, que como siempre, va sobre la marcha.
Y sin más rollo empezamos.
Hace unos días recibimos la noticia del fallecimiento repentino de un conocido, y claro, ha sido una jarra de agua fría.
Ese día, en el tanatorio, algunas personas criticaron la actitud de un par de familiares, al parecer la única actitud correcta es llorar desgarrado. Y a mí me hizo pensar.
Bueno, lo primero es que nadie debe criticar, y menos algo así, pero dejando eso aparte, me ha dado por pensar en la forma de sobrellevar el dolor de cada uno.
Yo misma soy de reacciones lentas. Cuando falleció de mi padre, tan de repente, no me lo creía, y el primer día, aunque fue duro, no se me veía derrotada y alguien qu eno me conociera podía pensar que yo no quería a mi padre cuando no hay nada más lejos de la realidad.
Mi hermana por el contrario empezó a llorar en el momento que hablamos con el médico y ya no pudo parar, y no es que ella lo quisiera más que yo.
Y mi madre en ese primer momento lo llevaba normal, estaba tan normal, perpleja y sin reaccionar, pero no lloró ni un momento.
Cuando pasaron unos días mi hermana empezó a sosegarse, ya se había desahogado y aunque lo pasó realmente mal, encontró fuerzas y logró tirar.
Yo, por el contrario empecé a estar peor, es que no quería ni levantarme de la cama, ni comer, ni nada, estaba fatal porque empezaba a tomar conciencia.
Y mi madre seguía igual, tirando de nosotras pero más o menos normal.
Cuando pasaron unos meses mi hermana y yo estábamos mucho mejor. No es que lo superásemos porque eso no se supera, pero estábamos aprendiendo a vivir con ello, en cambio mi madre estaba fatal, con una depresión que le produjo anemia y una situación anímica realmente preocupante.
Y es que cada uno somos un mundo y el dolor no todos lo asumimos igual.
A mis hijos esto les coincidió con exámenes, mi hijo sacó todo matrículas de honor y sobresalientes y luego tuvo un bajón moral terrible.
Mi hija suspendió, acabó en urgencias con un ataque de ansiedad pero cuando esto pasó y tras un tiempo pudo recuperar mejor.
Yo creo que el duelo hay que pasarlo, pero no todos lo pasamos en el mismo momento ni del mismo modo, y a veces, en situaciones críticas, vemos a alguien que ha perdido a un familiar que parece que no lo siente y la mayoría de las veces no es así, la respuesta suele ser simple; seguramente lo lleva por dentro o aún no lo ha asimilado.
Una conocida que perdió a un hijo de forma trágica en el funeral estaba normal, pero unos días después la ingresaron y tuvo depresión durante años, que en un primer momento no llorase no quiere decir nada, además en su caso le dieron tranquilizantes y no percibes bien la realidad.
Recuerdo que cuando sucedió lo de mi padre, unos días después, yo pensaba que nunca más iba a ver reír a los míos. Y meses después, en una conversación, mi hermana y yo nos reímos de tonterías, y sentí un alivio...puede parecer una tontería pero de verdad que mi dolor era tan inmenso que pensaba que no podría reír nunca más.
Al final todo pasa y con la ayuda de las personas que nos quieren se supera, pero hay que pasarlo, el dolor no debe pasar de puntillas, hay que pasarlo y superarlo, cada uno como quiera y pueda.
No es mi intención hacer un post triste, todo lo contrario, pues yo, a pesar del vacío que me dejó mi padre soy feliz, disfruto de lo que tengo y valoro las pequeñas cosas que me regala la vida, todo se supera, aunque nos parezca que nunca pasaremos una etapa mala, aunque aún no tengamos cerrado un círculo y se abra otro, todo pasa y siempre podemos agarrarnos a lo bueno.
Y precisamente porque todo pasa y porque no todos lo pasamos igual me apetecía hablar de esto, porque no me gustó que juzgaran a alguien porque no lloraba a lágrima viva, cuando además sé que el dolor va por dentro, pero aunque no fuera así, no me gusta los que juzgan el dolor de los demás.
Bueno, como de costumbre se me van acabando las ideas y no se me ocurre por donde seguir, así que será mejor que lo deje.
Muchísimas gracias por leerme y perdonad que tenga tantos comentarios pendientes, entre la falta de tiempo y que ayer mis hijos tuvieron actuación con el coro y salí de casa a las seis y regresé a las once de la noche...es muy duro ser madre de la Pantoja, en mi caso con tíos, abuelos, tios-abuelos y amigos, somos todo el clan, jejeje.
Muchasgracias por estar ahí y nos vemos el sábado en el repaso semanal.
¡¡¡¡¡Hasta el sábado!!!!