Ya le quedan pocos días al mes de agosto y eso significa que muchos, yo incluida, hemos finalizado nuestras vacaciones. Así, hoy quería compartir con vosotros una actividad que he realizado estas vacaciones. Una experiencia realmente gratificante que aconsejo a todo el mundo que acuda a Asturias, una comunidad de increíbles paisajes naturales con mucho que ofrecer.
Se trata, como habréis podido adelantar en el título, del descenso del Sella. Consiste en recorrer varios kilómetros de este río en canoa, lo que nos ofrece la posibilidad de combinar el deporte con unas preciosas vistas del entorno.
Existen muchas empresas que organizan esta actividad y que ofrecen más o menos las mismas prestaciones. En mi caso nos llevaron en autobús desde Ribadesella a Arriondas, lugar donde comienza el descenso. Y, desde ahí, 16 kilómetros quedan por delante para remar esquivando piedras, canoas ajenas.. Aunque existe la posibilidad de retirarse a los 7 o a los 11 kilómetros.
En el camino podemos encontrar numerosos recovecos en los que parar a descansar y admirar el paisaje, así como chiringuitos con música en los que reponer fuerzas en un entorno festivo.
Una actividad perfecta para realizar con amigos, familia (incluidos niños) e, incluso, las mascotas, pues fueron varios los perros que nos encontramos en otras canoas.