Hay series que empiezas a verlas por mera intriga, luego si te gusta, las sigues viendo porque te enganchas a los personajes y la trama y al final llegas a un punto,en el que deseas que renueven la serie, porque un verano sin el ‘Nathan James’ no es lo mismo.
Vamos que es lo que me pasó a mí hace tres años, cuando se estrenó The Last Ship y que esta semana ha llegado a su fin ( sólo la tercera temporada, ya que ya ha sido renovada hasta una quinta).
Recordemos que la trama inicial, partía de como la tripulación del Nathan James, luchaba por frenar un temible virus que se expandía por la Tierra a toda velocidad, amanezando la supervivencia de la raza humana.A lo largo de dos temporadas, por el mar primero y luego por tierra y por mar, asistimos como la tripulación, con la colaboración inestimable de la doctora protagonizada por Rhona Mitra, salvaban no sólo los USA sino la Tierra entera…o eso nos parecía.
Porque en este inicio de temporada, lo que se nos presentaba, eran unos USA en proceso de reconstrucción, con alianzas en la sombra en contra del presidente Michenner y con un capitán Chandler, que como alto mando, sufre un intento de asesinato, cuando acude a China, con el fin de ejercer como enlace diplomático con el presidente Peng.
De ese inicio, descubriremos (a partir de aquí todo son SPOILERS):
La cura que desde el Nathan James se expandió a todo el mundo, no ha sido usada adecuadamente por el presidente Peng, ya que su fin no es repartirla, sino contagiar a toda Asia, con el fin de borrar del mapa, los países a su alrededor y hacerse con el control de toda Asia. Ese descubrimiento por parte de los marineros del Nathan James, con secuestro incluido de parte de la tripulación, llevará a una lucha sin cuartel a lo largo de los trece episodios, que van ganando en interés, es decir de menos a más y con Hiroyuki Sanada, ejerciendo de pirata anti-USA y luego como aliado, en uno de esos papeles, que de vez en cuando, nos alegra este conocido actor.
Mientras se lucha en Asia, en los USA se libran luchas de poderes, con cambios de presidente, obligados por trágicos sucesos y que están detrás de todo el mal que ejerce Peng.
Un episodio final, muy bien rodado por Peter Weller, habitual en la serie producida por Michael Bay, nos deja un desenlace , que deja todo muy abierto de cara a la cuarta temporada…porque esta tropa tiene ganas de seguir luchando contra ese virus que nunca parece desaparecer y por supuesto contra todo aquello que suponga un peligro para la integridad de los USA o del planeta entero.
Mi nota: 7.5/10
Por @Jmmolanoc
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