En Sombras sobre Shimanami vamos a conocer la historia de Tasuku, que se ha mudado recientemente al pueblo de Onomichi. Todo transcurre con normalidad, hasta que sus compañeros descubren que Tasuku guarda en su teléfono un vídeo gay, lo que le convierte en el centro de las burlas, algo que decide atajar de la manera más rápida posible: usando lenguaje homófobo, y negando su propia sexualidad.
Pero este hecho le deprime, y viendo su futuro totalmente perdido, está dispuesto a terminar con su vida.
Pero entonces aparece en escena Nadie, una misteriosa mujer que salta de la colina y desaparece en el aire, en plena caída. Tasuku no puede evitar investigar a este personaje y acaba descubriendo el Consultorio, un lugar en el que se reúne un grupo de gente variopinta, entre la que Tasuku se encuentra muy a gusto, y los días de verano los pasa yendo y viniendo del local, conociendo mejor a sus nuevos amigos, que le mostrarán al protagonista que todavía hay esperanza.
Sombras sobre Shimanami destaca en muchas cosas, pero me gustaría destacar una de sus virtudes: retratar la realidad sin idealizar a los personajes, ni emplear el victimismo para que empaticemos con ellos. Si bien es bastante obvio que se trata de una historia que emplea recursos como el drama, también vemos amor y comedia: lo que viene siendo la vida real, vamos.
Las licencias poéticas que se toma la autora, para desarrollar metáforas a través de viñetas cargadas de una gran belleza, aportan al manga una dosis de realismo mágico que harán las delicias de los lectores, como las apariciones de la misteriosa Nadie.
En resumen: 4 Tomos (Colección ya completa) muy interesantes y que aporta un punto de vista muy necesario en el género. Puntuación: 5/5.
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