Reseña: Jonathan Coulton se hallaba en pleno proceso creativo de lo que sería su álbum Solid State cuando decidió contactar con Matt Fraction, guionista de Sex Criminals, para llevar a cabo una novela gráfica inspirada en las canciones de su disco aprovechando la circunstancia que todas tenían una temática común. Aquí entra en juego Albert Monteys, tras el éxito de su obra ¡Universo! y de este trabajo en equipo surge la novela gráfica Solid State, editada en nuestro país por Gigamesh en una preciosa edición en tapa dura y a todo color.
Parece difícil hoy en día hablar de distopias o críticas a los imparables avances tecnológicos sin mencionar a Black Mirror, tal es el poder que ha tenido la serie para infiltrarse en nuestro subconsciente. Puede que no nos parezca original la historia narrada en Solid State, ya que habla de un presente muy cercano y real y a la vez de un futuro que hemos imaginado en alguna ocasión. Mientras te tomes tus “vitaminas”, todo estará bien. Ni quién tiene acceso a tus datos personales o cómo puede usarlos. No te cuestionarás por qué estás construyendo un muro o vigilando la trayectoria de la luna. Pero, como digo anteriormente, aunque no estemos ante una historia tremendamente original, sí que estamos ante la demostración de que todavía se nos puede sorprender en la narración.
Porque si el guión es importante en Solid State, considero espectacular el trabajo de Monteys, tanto en el detalle y el uso del color en cada viñeta como en hacer de la experiencia para el lector un continuo disfrute incluso en el simple hecho de avanzar a través de las mismas, gracias a estos cruces de viñetas en los paneles que aparecen en algunas páginas.
El detalle absoluto que tiene cada viñeta y el trazo de Monteys logran crear un equilibro perfecto en cada página. Se aprecia a simple vista el trabajo que hay detrás de este volumen, creando para el lector una joya visual.
Como aspecto negativo, reconozco que en ciertos puntos me sentí algo confusa en el desarrollo de la historia. Los cruces entre el futuro y el presente en ocasiones me hacían releer la página buscando el punto exacto donde sentí que me había perdido en la narración, aunque tal vez es simplemente que esta novela gráfica agradece una relectura, algo que en el fondo será un placer.
En resumen: Considero importante escuchar el disco Solid State, de Jonathan Coulton (aquí tenéis el enlace a Spotify). Ya cuando el disco empieza con el tema Wake Up y ese primer panel de viñetas tan potente sabes que te encuentras ante un producto único, que disfrutarás más o menos pero al que deberías darle una oportunidad. Puntuación: 4/5
Podéis adquirirlo en la web de editorial Gigamesh o en Amazon,