¿Qué idioma se habla en Bélgica?

Bélgica puede que no sea a priori el primer destino turístico en el que pensamos para irnos de vacaciones, pero lo cierto es que este país europeo cada vez tiene más visitantes atraídos por alguno de sus atractivos, como por ejemplo los pintorescos canales de la ciudad de Brujas o alguno de los icónicos espacios con los que cuenta Bruselas, como el Atomium o la imponente Gran Place.

Además de eso, la capital belga alberga la sede de la Unión Europea, algo que la hace valedora del título de “capital de Europa” y que nos lleva a querer conocer más sobre este país y, sobre todo, sobre su lengua, porque, ¿qué idioma hablan en Bélgica?

Los factores que intervienen en qué idioma se habla en Bélgica

Para responder a esta pregunta primero deberíamos profundizar un poco en su historia y especialmente en la conformación geográfica, cultural y política del país, pues son decisivos también para conocer mejor su identidad lingüística.

La división del territorio

Aunque el territorio que ocupa Bélgica no sea demasiado extenso, con una superficie de apenas 30.528 km2, algo muy por debajo por ejemplo de los más de 500.000 km2 que posee España, su organización territorial es muy importante.

El país se divide en tres regiones de norte a sur:

La Región Flamenca, constituida por las provincias de Amberes, Brabante Flamenco, Flandes Oriental, Flandes Occidental y Limburgo.

Bruselas-Capital, región autónoma compuesta por 19 municipios, de los cuales la capital de Bruselas es el central.

La Región Valona, cuya capital es Namur y está compuesta por las provincias de Brabante Valón, Henao, Lieja, Luxemburgo y Namur.
Y pese a que no son totalmente coincidentes, sí que esta división del territorio, de algún modo u otro también ha conformado una barrera o separación lingüística de sus hablantes entre norte y sur del país.

La política

Como suele ocurrir con otras muchas naciones, la lengua generalmente termina siendo parte importante de los conflictos políticos y sociales del país.

En el caso de Bélgica esto también pasa y desde que se estableció como Estado independiente en el año 1830 tras la denominada Revolución belga que enfrentó a las provincias del norte con las del sur, ambas zonas han estado siempre en pie de guerra por el dominio del país.

Sin un sentimiento de comunidad y de nación unida, decidir cuál es el idioma de Bélgica ha sido otro aspecto más que ha marcado la tensión que todavía hoy en día se vive en el país.

Las clases sociales

Al hilo de lo anterior, las diferencias sociales también han ido de la mano de las situaciones políticas vividas.

Por eso, si bien en la primera constitución belga, promulgada el 7 de febrero de 1831, no se hablaba de una hegemonía por parte de ninguna de las lenguas que se hablaban en Bélgica, sí que se mostraba una inclinación hacia la lengua más utilizada por las clases dominantes.

De ahí que el francés llegara a utilizarse de forma exclusiva como la única lengua oficial, obviando al resto de idiomas de los que hacían uso los habitantes y que no gozaban del mismo prestigio histórico ni cultural.

Las comunidades lingüísticas belgas

La unión de todos estos factores ha llevado a la situación actual, en la que podemos diferenciar tres comunidades lingüísticas principales: la flamenca, la francesa y la alemana.

La comunidad flamenca

También llamada neerlandófona ya que en esta zona, que ocupa el norte del país y por tanto la Región Flamenca de Bélgica (Flandes), el neerlandés es la lengua mayoritaria.

Realmente deberíamos hablar de neerlandés flamenco, denominado simplemente flamenco, que es el término que se emplea para referirse a la amalgama de dialectos que se habla en Flandes.

El flamenco tiene carácter de lengua oficial en Bélgica, y comparte cooficialidad con el francés, si bien los últimos datos arrojados por el censo poblacional afirman que el 60% de la población tiene como lengua materna el flamenco.

La comunidad francesa

Si en Flandes la lengua predominante es el flamenco, en la región de Valona al sur del país, el francés ostenta el dominio lingüístico, donde más del 96% de sus comunidades lo tienen como lengua oficial única.

¿Y qué pasa con Bruselas?

Si nos fijamos en el mapa de Bélgica, su capital se situaría en un punto central, limitada por el territorio flamenco y ejerciendo de isla lingüística, conformándose como una comunidad bilingüe.

La comunidad francesa cuenta con más de 4 millones de hablantes francófonos: un 78% de ellos residentes en la región Valona, mientras que el 22% restante lo hacen en la región de Bruselas capital.

La comunidad alemana

O germanófona, situada en la parte oriental del país, en la provincia de Lieja, y más exactamente en el distrito de Verviers, donde cerca de 74.000 personas hablan alemán de forma oficial.

Esto se debe, de nuevo, a razones históricas, puesto que esta zona perteneció a la Provincia del Rin de Prusia en Alemania hasta el año 1920, cuando se asimiló a Bélgica tras la derrota del país germano en la Primera Guerra Mundial.

Más adelante, en la Segunda Guerra Mundial, estos territorios volverían a formar parte de Alemania, pero desde 1945 definitivamente quedarían a disposición de Bélgica, quien trató de “desgermanizarlos” sin éxito.

El idioma oficial en las instituciones

Puede resultar curioso que en un mismo país no exista una lengua oficial para todo el territorio, como sí ocurre en España con el español o castellano. Y es esta justamente una de las características que más llaman la atención de Bélgica.

Todas las tensiones existentes entre las distintas regiones se han materializado en que cada una de ellas disponga también de instituciones propias.

Por ejemplo la sede del Parlamento y del Gobierno de la comunidad francesa se encuentra en Bruselas. Aquí es donde se sitúa la sede administrativa de todas las comunidades, no así la de la alemana, que se encuentra en la propia Lieja, en la ciudad de Eupen.

Una fragmentación que se pone de manifiesto en la crisis política del país y también en el conflicto lingüístico existente, siempre presente y que no tiene visos de solucionarse a corto plazo.

De hecho, dependiendo de en qué región se sitúe la ciudad en la que nos encontremos los servicios de la Administración se ofrecerán preferentemente en uno de los dos idiomas (flamenco en Flandes o francés en Valonia)

Esto no quita el derecho a los ciudadanos de ser atendido en el otro idioma si así lo solicitan.

La problemática lingüística de los inmigrantes

Obviamente en Bélgica no sólo hay belgas de nacimiento, sino que el país también acoge personas provenientes de otros países. Entre las nacionalidades más representativas hay italianos, marroquíes, turcos y españoles.

Para ellos la cuestión de qué lengua se habla en Bélgica también es de suma importancia, pues si piensan establecerse en Valonia les bastará con saber francés, pero no ocurrirá lo mismo con Flandes.

Aunque el 70% de la población es bilingüe en francés y flamenco, si viajamos a cualquiera de las ciudades que comprenden Flandes, será más complicado ver carteles o escuchar conversaciones en francés.

A este respecto, y para conseguir que los inmigrantes se integren por completo en la región, el gobierno de Flandes puso en marcha ya hace unos años unas normas de obligado cumplimiento para nuevos residentes. Entre ellas están las de firmar un documento donde dicen comprometerse a aprender el idioma neerlandés como parte de su intención de formar parte de la comunidad.

Visitar Flandes sin saber flamenco

Después de conocer la situación lingüística en Bélgica es más que probable que nos hayamos quedado con la idea de que en Flandes sólo hablan flamenco, pero no es así.

Por suerte para nosotros el uso del inglés es muy habitual en la región y la gran mayoría de la población, incluso personas de avanzada edad no sólo son capaces de hablarlo sino que lo dominan a la perfección y de forma fluida.

Una de las razones de ello es que las películas en versión original en inglés que se emiten en televisión y en el cine no suelen doblarse al neerlandés y los habitantes están habituados a verlas en el idioma original.

Además, como el uso del francés en la región no está demasiado bien visto, el inglés termina siendo la lengua de comunicación entre quienes hablan flamenco y quienes no.

Al tratarse de una lengua “neutra” política y territorialmente hablando, los belgas no pondrán pegas a la hora de utilizarla cuando nos dirijamos a ellos en inglés.

Así que si deseamos pasar unos días disfrutando de la región o incluso tenemos en mente establecernos allí durante una temporada por trabajo o por estudios, no tendremos ningún problema con la lengua con nuestras nociones de inglés para empresas.

El auge del turismo en Bélgica también ha hecho que los vendedores y comerciantes no sean ajenos a la lengua de Shakespeare y que en prácticamente todos los comercios hablen inglés, siendo otro aliciente más para animarnos a conocer a nuestros vecinos europeos.

The post appeared first on Babelia Blog.

Fuente: este post proviene de babeliaf, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

En el emocionante mundo digital de hoy, las siglas son como los superhéroes de la comunicación instantánea (recordad que una sigla es una abreviatura formada por las letras iniciales de un sintagma). ...

Si alguna vez has preguntado “¿Cómo se dice hola en inglés?” Y te han respondido Hello, solo te han dado una ínfima parte de la información, ya que, en inglés, como en cualquier idioma, hay decenas de ...

Hoy en Babelia Formación volvemos a hablar sobre las dificultades de aprender otro idioma en edad adulta, o bien mejorar el conocimiento que se tiene de dicha lengua que, obviamente, no es la materna. ...

Etiquetas: Uncategorized

Recomendamos