El restaurante es pequeño y acogedor y estuvimos en una mesa estupenda en la que dejamos que el chef nos dirigiera a la hora de elegir los platos. Mientras esperábamos probamos las distintas margaritas, la Punto MX está riquísima y por supuesto, probamos la Mezcaliña, el cóctel estrella de la casa elaborado con mezcal blanco, sirope de agave, lima y jengibre.
Otro de los puntos fuertes de Punto MX es el guacamole preparado en la mesa y al gusto a nivel de picante con unos totopos recién hechos que nunca había probado y que han marcado un antes y un después.
Para seguir, compartimos los chilaquiles rojos con salsa de chile y huevo de corral totalmente distintos a los chilaquiles que había comido nunca y que la mejor forma de describirlos es que estoy salivando en el momento en el que escribo estas líneas. Probamos los tacos de cochinita pibil, que son mis favoritos y la cremosidad de los tacos de Punto MX es inigualable. Y para seguir con los tacos estrella, probamos los tacos de atún rojo de almadraba con salsa de chile serrano y limón verde, una delicia!!!
Para terminar, el plato del que todo el mundo habla: los tacos de tuétano a la brasa con salsa de molcajete. Tiene un aspecto peculiar y también una textura especial, pero un sabor que quita los sentidos.
Y ya que estábamos a tope, probamos dos de los postres, las cajetas típicas mexicanas y la tarta de queso; un gran colofón para el festival de platos mexicanos de Punto MX a donde pronto volveremos!!!!