Preguntas indiscretas

¿Cuáles son las cosas de las mujeres que los hombres no soportan, bajo ningún punto de vista?

Seguro te lo preguntaste o remarcaron alguna vez. Y es probable hasta que ya tengas bien en claro cuáles son esos aspectos femeninos, inoportunos e indeseados a los que me refiero.

Para mencionar algunos de ellos decidí detenerme en las preguntas de las cuales los hombres prefieren salir corriendo antes que tener que escuchar, una y otra vez, hasta inventar cualquier respuesta improvisada:

¿Qué piensas?

La expresión puede continuar con otra del estilo: ¿por qué no hablas nada? Estás tan callado… no puedes pensar en nada!!! Es que las mujeres SIEMPRE pensamos en algo, ABSOLUTAMENTE SIEMPRE!! Y tratar de entender que se puede no pensar es muy difícil de comprender, y eso nos envuelve en una telaraña que teje duda tras duda para aumentar la inseguridad femenina que todas tenemos innata en algún momento de la relación.

¿Qué te pasa?

Solemos preguntarlo en un momento de aburrimiento mutuo en el que nosotras podemos llegar a vincular con un posible desinterés del hombre en cuestión. "Ya no te siento como antes…" y la comparación toma un camino sinfín de reproches insignificantes.

¿Me amas?

No alcanza que lo demuestre con actos. Tiene que decírnoslo a cada rato (si es más de tres veces al día, mejor!).  ¿Por qué? se preguntan ellos. Se responde fácil: amar es algo fuerte, supuestamente profundo, y no es lo mismo al querer. Querer se quiere a un perro, a unas vacaciones o los viernes. A la novia se la AMA, no se la quiere. ¿Queda claro?

¿Cuánto me  amas?

En relación a la pregunta anterior es que surge ésta como un efecto dominó: tampoco es lo mismo amar mucho, poquito o nada. Y si le confirmas con palabras mirándola fijamente a los ojos mucho mejor ;)

¿No me vas a dejar nunca?

La necesidad de sentir la seguridad del NO abandono es permanente. Entonces la promesa emitida por parte del novio es fundamental. Es probable que, cuando una pelea tome protagonismo, utilice este juramento para recordarle al hombre la obligación que debe cumplir, porque si se dijo: se cumple!

  

¿Me pongo esta remera o esta otra?

Dejar en ellos la última elección no siempre puede salir bien, porque les gusta la mujer segura, decidida, sexy, atrevida, que sabe lo que quiere, lo que le queda bien y lo que no, por lo que la pregunta ¿está de más?

¿Seguro me queda bien? ¿No me hace gorda?

Confírmalo y reconfírmalo de forma convincente (pensamos nosotras). Aunque nos vean con algunos kilitos de más nunca es lindo (ni caballero) resaltarlo en una mujer.  Nos gusta escuchar que les gustamos, nos levanta el ánimo, nos hace sentir más lindas, más seguras. Sí… es una cuestión de género, pero ¿a quién no le gusta ser importante y alagado por el amante?