Hoy en día, la contaminación, el turismo y la construcción desmesurada han hecho que algunas de las mejores playas del mundo sean a día de hoy lugares donde poco queda de natural, e incluso de bonito. Por es es imprescindible la lucha que siguen algunos organismos por la protección de las playas , tal es el caso en Hawaii de la bahía de Hanauma.
Imagen: Eric Tessmer/Flickr
Un buen ejemplo de cómo se debe actuar para evitar que las playas se deterioren, nos llega desde las paradisíacas playas de Hawaii, concretamente desde la reserva natural de la bahía de Hanauma. Viendo cómo de bonitas son otras playas de este estado americano, no nos queda duda de cómo debe ser pasear y bañarse en este reducto de costa virgen y natural.
Imagen: contemplicity/Flickr
La bahía de Hanauma la encontraremos a poquitos kilómetros de Waikiki, una de las playas más concurridas de la capital del arhipiélago hawaiano, Honolulu. Como el resto de islas de Hawai, tiene origen volcánico y su forma de bahía fue a causa de un cráter volcánico. Asimismo, en las profundidades de sus aguas se hayan preciosos arrecifes de coral imprescindibles para los amantes del submarinismo y del snorkel.
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La bahía de Hanauma además de poseer un aparcamiento muy reducido para evitar las emisiones de CO2 y la masificación de la playa, y a pesar de que existe transporte público para llegar a la bahía, la playa se considera protegida por una fuerte campaña de concienciación a los bañistas: todo el que quiera entrar debe ver antes una pequeña proyección que adoctrina a los visitantes acerca de cómo cuidar el entorno y así, no deteriorar la playa, la flora y la fauna de la misma.
Una buena medida de conservación y protección, ¿no os parece?