Es otoño.
Una de las estaciones que más me gusta, por sus colores. Los tonos son muy variados, sobretodo en países fríos donde este momento del año está muy marcado.
El proceso del cambio de color de las hojas es muy interesante, es una verdadera explosión de colores que se aprecia en la naturaleza. Luego, las hojas caen y se instala un duradero invierno.
Una de las leyendas de los nativos de Norte América (Wyandot, Hurones) explica este fenómeno natural como resultado de una lucha animal entre el Ciervo y el Oso en el más allá. El Oso vence al Ciervo y éste huye pero, en su huída, la sangre del Oso todavía en sus astas, se va derramando y cae inevitablemente en el mundo terrestre, tiñendo los bosques de distintos colores: amarillo, marrón, rojo y cramesí. Una leyenda peculiar que refleja la relación espiritual del nativo con la madre naturaleza. En otras tribús, otoño es la temporada perfecta para bodas (Fuente: First People).
Hace un año, tuve la oportunidad de poder ver este cambio de color. No estaba rojo al 100% pero pude inmortalizar algo. Me encontraba en EEUU, cerca de la frontera canadiense. Era tan espectacular que había que parar el coche cada 20 metros! Espero que os gusten...