Hace un par de meses, escribí un primer artículo sobre ciertos cambios implementados en La Desmesurada para optimizar el blog. Este es un blog personal y, en consecuencia, me tomo con calma tanto su escritura como los objetivos que tengo para nosotros. Muy diferente sería si mi proyecto personal dependiera de él. Supongo que, en ese caso, me plantearía otros retos y sin duda habría considerado seriamente invertir en formación específica y en un diseño profesional. Por ahora, me mantengo en el más estricto minimalismo estético -poco margen de error- y mi formación es autodidacta y asistemática. Voy aprendiendo lo que necesito en el momento en el que lo necesito. Sin un orden particular leí sobre muchos temas que me son ajenos, desde redes sociales hasta lenguaje de programación (y no se me ocurre nada más desmotivante...) para optimizar mi blog y consolidar una comunidad de lectores
Lo primero es lo primero.
Optimizar el blog significa para mí encontrar la mejor forma de escribir para quienes se acercan a acompañarme, con la estructura más simple y la estética que mejor represente quien soy. En ese sentido las nociones más complejas del SEO no me desvelan y apenas manejo los rudimentos. En otras palabras: uso en cada post lo que conseguí entender y concluir de la lectura y la experiencia de escritura. Pero desde que ingresé al siglo XXI con un teléfono de esos que no tienen botoncitos y están llenos de aplicaciones sin sentido pero de lo más simpáticas, tuve una revelación: mi blog no se lee bien en un dispositivo móvil. Y algunos días más tarde me entero que Google penaliza las páginas que no son "responsivas". En consecuencia, hoy en día tener un blog optimizado es también contar con una estructura hipertextual que permita la lectura en distintos dispositivos móviles.
Bendita responsividad.
La responsividad vendría siendo algo así como la capacidad que tiene un blog de adaptarse a distintos formatos; la pantalla de la compu, la tablet, el celular y los que no se me ocurren pero seguro existen. Quisiera pensar que esto pasa mágicamente. Sin embargo, por más que el pensamiento mítico me parece una forma válida de ver el mundo, visualizar cientos de umpa-lumpa virtuales es un exceso hasta para mí. El hecho es que las plantillas responsivas tienen una infinidad de códigos más que las viejas y queridas plantillas de Blogger. Se ven lindas, tienen mucho estilo y lamentablemente, no son gratis. Si estás pensando en recomendarme una página en la se puede descargar las versiones gratuitas de las más actuales plantillas responsivas, lamento decir que esa "gratuidad" es solo supuesta y muy limitada.
Algo así como respetar los derechos de autor...
Existen muchas páginas que permiten descargar las plantillas responsivas, es cierto. De hecho, yo me bajé unas cuantas, porque hay muchas que me gustan como para justificar la indecisión. Probé varias, tanto en La Desmesurada como en un nuevo experimento en el que ando enroscada. Incluso, quizás hayas notado que en los últimos días estuve yendo y viniendo con la plantilla Mínimal de Themexpose. Sin conocimiento previo, logré modificar los elementos fundamentales de esta plantilla porque su personalización es bastante intuitiva, sin embargo en el camino noté que la página demoraba más en cargar... Entonces, me puse a buscar el por qué. No tardé mucho en encontrar información al respecto. Básicamente, después de leer diferentes opiniones, entendí lo siguiente: las versiones gratuitas de las plantillas responsivas presentan "scripts encriptados". O dicho de otra forma: un montón de códigos innecesarios -que, con suerte, no son maliciosos- y que hacen que el blog demore mucho en cargar (y otras cosas que seguramente ni siquiera me imagino dada mi total ignorancia del tema) Conclusión, esas lindas plantillas deben comprarse, ya que esta es la forma en la cual sus creadores defienden sus derechos de autor. Por otro lado, suelen tener precios muy módicos. Justo y razonable.
Algunas otras cuestiones pendientes.
Lo cierto es que dado que cada vez más personas leen a través de su teléfono, que tu blog responda a diferentes formatos es una forma de considerar al lector. Aunque por el momento volví a mi plantilla original, en breve quisiera poder instalar la plantilla que te mencionaba. Porque me gusta el modelo y porque pude apreciar que la versión móvil es mucho más amable y facilita enormemente la lectura. No quise dejar la versión gratuita porque la relación entre la cantidad de texto escrito en el post y la cantidad de código html es desproporcionada, lo cual no es favorable para darle visibilidad a tus post. Este es un punto que ya mencioné en otra ocasión cuando explicité los grandes pasos que utilizo desde enero para optimizar el blog:
- Estructuro en secuencias.
- Uso la herramienta para titular del editor.
- Supero el 25% de contenido escrito respecto al contenido HTML.
- Doy a mis imágenes el atributo Alt.
Luego de escribir estas conclusiones, me preguntaron qué significaba la relación entre el contenido escrito y el código html. Prometí responder, así que en mi lenguaje desmesurado y poco técnico, espero ser clara y concisa.
Esta relación es la proporción entre el texto que escribís en tus entradas y la cantidad de código hipertextual que se necesita para hacerlo visible.
Si querés experimentar al respecto, podés pulsar el botón HTML de tu editor de blogger -en cualquier post ya escrito- y prestar atención a lo que observás. Además de las palabras del discurso, vas a encontrar muchos otros símbolos que representan los signos de puntuación, el uso de negritas o cursiva, los espacios en blanco, la dirección de las imágenes utilizadas, etc. Y aunque no existe una proporción ideal, el promedio de esta relación es del 25%.
Responsividad, códigos y la mar en coche.
Espero haber podido explicar con mediana claridad por qué es un buena decisión optar por una plantilla responsiva. Especialmente si vas a comprarla -dándole el crédito correspondiente a su creador- lo cual garantiza que llegue a vos optimizada para el SEO y "limpia" de códigos innecesarios o perniciosos. Si tenés preguntas, tomate toda la libertad de comentar, lo que esté a mi alcance, te lo respondo con gusto. Y lo que no, lo pensamos juntas.