Autor: Aimie Grey
Editorial: Insanity Press
Publicación: Junio, 2014
Madison Miller está rota. Casi todo el mundo a quien ha amado en su vida la ha dejado de una forma u otra. Ella era una niña de papá hasta que, con tan solo diez años, perdió a su padre en la guerra. Ocho años más tarde, la madre de Madison la deja para volver a España y cuidar a un familiar enfermo. Ahora, a la edad de veinticuatro años, está despidiéndose de su amado hermano mayor de un trágico accidente automovilístico.
Después del funeral, Madison planea pasar la noche en los reconfortantes brazos del hombre al que había llamado suyo desde el sexto grado, solo para terminar con un agujero aún más grande en su corazón. En un intento para aliviar el dolor, Madison termina en el bar de un hotel, donde se encuentra con un atractivo extraño que despierta algo dentro de ella. Por solo una noche, puede pretender que todo está bien en su mundo. Hasta que el destino decide patearla mientras está derribada, llevándola a escapar en medio de la noche sin despedirse.
Casi diez años después, Madison se encuentra a sí misma mudándose de regreso a casa cuando la viuda de su hermano necesita ayuda para cuidar a su hija de siete años. Poco sabe Madison, que pronto se enfrentará al mayor reto de su vida.
En un futuro próximo, el destino tiene a Madison cruzándose con su revolcón de una noche y la pregunta será si esta mujer fuerte y amable con una vida complicada puede convencer a este hombre desilusionado a creer en el amor por primera vez en su vida.
¿Serán la pasión y el deseo suficientes para superar todos los obstáculos de la vida o la amenaza de un corazón roto y responsabilidad abrumadora la hará darse cuenta de que él nunca fue para mantener?
Estaba tan emocionada por este libro. Fue una de las pocas veces en que yo realmente leí la sinopsis, pero al final no fue lo que esperaba. Terminé decepcionada y cuestionando mis gusto literarios.
Voy a resumir esta historia en dos palabras: DRAMA TOTAL
En serio, ni siquiera las historias de Collen Hoover tienen tanto drama. Fue como si la autora tomara todos los clichés del new adult los metiera en una licuadora y se sentara a ver que resultaba de eso. Le diré que fue: Desastre total.
La historia comienza bastante bien, con Madison dando un emotivo discurso en el funeral de su hermano Ryan y un poco más tarde siendo dejada por el amor de su vida, lo que la lleva a merodear por el bar de un lujoso hotel donde conoce a Sawyer. Su aventura de una noche. Pero, a medida que avanzamos la trama –o la falta de ella- comienza a desinflarse y la historia decae muchísimo.
La relación entre Sawyer y Maddie no me la creo, por más que intento no puedo ver el amor entre ellos. Ni siquiera alcanzo a notar en que momento fue que se enamoraron. Para mí, este es un fuerte caso de insta-lust y no de amor real.
Madison es el típico personaje femenino inocente, puro, con un pasado trágico y totalmente fastidioso. Que personaje tan pesado. Me pasé la mitad de la lectura riendo como loca ante tanta estupidez.
Sawyer, el protagonista masculino es un idiota, creo que por primera vez un protagonista no me enamora y supongo que se debe a sus tonterías. De verdad, no se puede ser tan denso en esta vida. Se pasó la mitad de la lectura teniendo pensamientos absurdos basados en miedos irracionales y actuando como un tonto. Por supuesto, estos miedos fueron infundados por su hermano mayor Thomas. Uno de los personajes más grises que he leído en mi vida.
De hecho, la mitad de los personajes son completamente nulos, no aportan nada a la trama. Thomas, Finn, los padres de Sawyer, Lisa y otros. Ethan y Charlie no están mal, me gusta la relación que comparten y lo sobreprotectores que son con Maddie, aunque las cosas se fueron a la m... cuando trataron de tener un trío con ella, eso es raro. Como, mucho.
Lo que más me gustó de la historia –porque algo tenía que gustarme- fue la relación de Madison con Payton, y su relación amistad/hermandad con Olivia.
Aunque Olivia es otro personaje que se va a la lista para el olvido. Al principio creí que iba a gustarme, luego me di cuenta que estaba siendo una completa egoísta. Si, estaba destrozada por la muerte de su esposo, pero eso no la justifica ¿Pensó que era la única que sufría? Payton y Madison también pasaron un momento difícil. Al final, lo único que hizo fue desperdiciar un tiempo muy valioso con su hija.
En fin, que la historia no me gustó nada. La historia pudo resultar mucho mejor si la autora se hubiera ahorrado la mitad del drama, las mil escenas de sexo y el montón de diálogos sin sentido que no aportaron nada. Pero juzguen ustedes mismo :P
Aimie Grey no leyó un solo libro hasta que llegó a los treinta y pocos años. Un fatídico día, su amiga decidió poner fin a la locura y le pasó una tórrida novela romántica bajo su nariz. Después de verse obligada a leer una de "esas" escenas, Aimie fue a su casa y compró el libro, y el siguiente, y el que después de ese. En los dos años siguientes, Aimie ha leído cerca de cuatrocientos libros. En algún momento, se frustró con la lectura de historias repetitivas que giran alrededor del hombre experimentado que seduce a la mujer todavía virgen. Aimie decidió tomar el asunto en sus propias manos y escribió su libro debut, Never to keep.
Además de su trabajo diario como administrador de sistemas de TI, y su nuevo trabajo de noche como escritora, el papel principal en la vida de Aimie es ser esposa y madre. Aimie vive en el Medio Oeste con su marido y dos hijas adolescentes. (¡Ahora se sabe por qué necesita esos libros!)
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