A punto de cumplir los tres años de mi traslado a Alemania hay muchas cosas a las que aún no acabo de acostumbrarme. No todas son positivas, ni me maravillan por igual. Pero cada vez que veo nevar, me asomo a la ventana, con la mirada de una niña, y me abrigo bien para salir a la calle y disfrutar de la nieve como una enana.
Los restos de la tímida nevada del miércoles fueron cubiertos rápidamente por los copos cuajados que cayeron el jueves.
Y la ciudad, se tiñó de blanco:
Las bicicletas, también:
Hubo gente que aprovechó la nevada en Colonia para salir a pasear o disfrutar de algunos deportes de invierno. Yo elegí el Grüngürtel y sus alrededores para sacar algunas fotos.
Y tú, ¿cómo viviste la nevada en Colonia?