Mis descubrimientos de lo que llevo de invierno

Como ya os contaba hace unas semanas, intento hacer todo lo posible para que el frío y la falta de luz que tenemos en Alemania por esta época, no me afecten demasiado al ánimo. Suelo poner mucho de mi parte, por intentar ver el lado bueno de las cosas así como apostar por esos planes de interior que tan poco apetece hacer cuando hace calor. De ahí que cada uno de los descubrimientos que llevo hechos en lo que va de invierno, estén relacionados en gran medida con esto que os cuento. Disfrutar de lugares inspiradores donde predomine la calefacción y a poder ser, que estén en el barrio para no morir congelada cuando voy de camino a ellos. O esos pequeños detalles que me ayuden a aprovechar (aún más) esas tardes de sofá y manta en nuestro acogedor piso berlinés, me den un chute extra de felicidad o me hagan el día a día más agradable.



Técnicamente hablando, he caído en la tentación de comprarme el nuevo iPhone 11 Pro. Esto se debe a que el Pepe insistió e insistió porque según él, lo utilizo profesionalmente y a veces notaba que los vídeos no estaban del todo enfocados. La verdad es que a pesar de que es una gran inversión, estoy encantada con él y su triple cámara. Además de eso, tengo un montón de espacio y por fin puedo bajarme todas esas aplicaciones que me encantan y con las que puedo trabajar cómodamente en los vídeos y fotos, que luego subo a mis stories de Instagram. Si me seguís, creo que habréis notado un antes y un después, en la calidad de mis vídeos e imágenes que subo a las redes sociales. Pues esta es la principal razón, de que pueda compartir fotos tan bonitas como esta que os muestro a continuación.


Otra cosa que he aprendido (y ya era hora), es a controlar mi frecuencia cardíaca mientras hago mi rutina de ejercicios. Por si os interesa, tan solo tenéis que restar a 220 vuestra edad si eres un hombre o a 225 si eres una mujer, ¡y listo! Para mí es muy importante tenerla todo el tiempo presente mientras hago deporte, ahora que lo he retomado después del parón que tuve que hacer debido a los problemas de salud por los que pasé el año pasado. Alguna que otra vez tuve un susto, así que desde entonces prefiero medirla en todo momento. En mi caso, lo hago con el reloj Garmin Forerunner 45S, que el Pepe me regaló en Navidad. Se puede programar para que te avise si tu frecuencia cardíaca es anómala o se está acercando mucho a tu límite máximo. E incluso para que llame a un contacto, en el caso de que haya alguna emergencia o un desmayo.



Otra cosa que aprendí durante este invierno, fue a encender y a mantener el fuego de nuestra chimenea de leña. Más que nada, porque desde diciembre se han estropeado las calefacciones del edificio donde vivimos y hace bastante frío. Pero también, porque nos encanta pasar las tardes de fin de semana de invierno, leyendo en el sofá y aprovechando el calor que nos da. Hablando de libros, además de todos los que hace unas semanas os he recomendado, he empezado a leer el libro La pequeña filosofía de los pájaros y me está encantando. Entre otras cosas he aprendido, que el pequeño petirrojo que me visita a diario es un luchador nato, que de la curiosidad se aprende y que vivir la vida tan plenamente como un mirlo, solo trae beneficios.



Otra cosa en la que ya me he hecho una experta, es en preparar Chai Latte. Todo comenzó una tarde de diciembre con mi hermana en la adorable cafetería berlinesa Coffee Drink Your Monkey (Savignyplatz 11). Decidimos pedir uno y nos gustó tanto, que decimos probar a hacerlo en casa. Desde entonces, siempre disfruto de uno a media tarde mientras trabajo. Y he de decir que tanto mi nuevo hervidor de agua eléctrico de Smeg como mi máquina espumadora de leche, ayudan a que me quede riquísimo. Y os preguntaréis que cómo lo preparo, ¿no? Pues tan solo relleno la mitad de una taza de té Chai y la otra de leche caliente con espuma. Lo revuelvo un poco y añado un poco de canela en polvo por encima. Os recomiendo ver el vídeo que os deje hace tiempo en mis stories de Instagram. En él os explicaba paso a paso, cómo hago yo mi Chai Latte.



Y hablando de té, si os gusta el de matcha tenéis que probar los que hacen en KAME (Leibnizstraße 45). Se trata de una cafetería y panadería japonesa que descubrí hace poco y de casualidad, mientras paseaba. Es un lugar muy acogedor y en el que predominan las vajillas de porcelana. Otro gran descubrimiento, ha sido la pastelería CANAL (Rosenthaler Str. 40) que vende unos Eclairs que como mínimo son arte. Se trata de un local pequeño situado en pleno Hackescher Markt, donde solo puedes comprarlos para llevar. Es el detalle perfecto para regalar o llevarte a casa, si tienes una visita especial. ¡Alucinarán!



Y si os va más el helado, os recomiendo visitar la cafetería Blue Bird (Leonhardtstraße 8-9). Su especialidad son las tartas caseras hechas a base de este ingrediente y de manera artesana. Además de eso, sirven unos desayunos riquísimos y a muy buen precio e incluso ofrecen cursos de repostería para los más pequeños. Y si como a mí, os encanta salir a cenar fuera de vez en cuando y siempre soléis probar cosas nuevas, no os podéis perder el restaurante de comida asiática moderna 1000grad (Kurfürstendamm 90). Se trata de uno de los mejores descubrimientos gastronómicos que he hecho a lo largo de este invierno. Además de tener un interior muy acogedor en el que predomina el buen gusto, el papel decorativo de pared y las luces LED, se come requetebién. ¡No os lo deberíais perder!



En cuanto a entretenimiento, reconozco que no ido mucho al cine. Sin embargo, sí que he visto un montón de series. Las que más me han gustado y por tanto os recomiendo, son de fantasía y superhéroes. Titanes y Raising Dion en Netflix, Batwoman y Watchmen en HBO. Sin olvidarme, de lo que he disfrutado con las nuevas temporadas de You y Grace and Frankie, ambas ambientadas en California. No seré yo la que os haga spoiler pero os aseguro que con cada una de ellas, el entretenimiento de calidad está asegurado. Algo que se agradece mucho, durante esas tardes de fin de semana invernales en las que predomina el mal tiempo o quién sabe, a alguno de nosotros nos toca estar en cuarentena por el dichoso coronavirus.


Y hasta aquí ha llegado el post de hoy. Ya me contaréis que os ha parecido, si estáis teniendo un buen invierno y si coincidimos o no, en algún descubrimiento. ¡Espero impaciente vuestros comentarios!

Y como siempre os espero en Twitter y Instagram, donde comparto mi día a día y un montón de recomendaciones más. Y si te gustan tanto mis looks como mi estilo decorativo, pásate por mi perfil de 21 Buttons desde donde los podrás comprar.

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