Hace casi un año vi por primera vez Shame, una película de Steve McQueen (12 Años de Esclavitud) que dio la vuelta al mundo y sacudió los pilares de las taquillas por, seamos honestos, el frontal que el exitoso Michael Fassbender ofreció a su público.
Sin embargo, si Shame destaca por algo es por la autodestrucción tan masiva que flota en todo momento en torno a los personajes. Una autodestrucción que me impulsó a iniciar un ciclo en Malditas Críticas de Cine de personajes complicados o acabados, historias desgarradoras y eventual destrucción. Deprimámonos. Deprimámonos todos juntos porque, si no me equivoco, hoy (día uno de Julio de 2014) comienzo mi encierro académico para afrontar, a principios de 2015, el examen MIR. Ese examen que me va a llevar por el camino de la amargura durante siete largos meses.
Sí, deprimámonos.
? Año: 2011
? Director: Steve McQueen
? Cast: Michael Fassbender, Carey Mulligan.
? Música: Harry Escott
? Duración: 100min.
Nunca antes había visto una película que girase en torno a un personaje tan complicado como Brandon: hombre de clase media, dueño de un moderno apartamento situado en la ciudad que nunca duerme, con un trabajo respetable, un sueldo más que aceptable y un carisma especial capaz de enganchar a toda mujer que se cruce en su camino. Sin embargo, este aparentemente perfecto neoyorquino sufre una condición psiquiátrica que, eventualmente, podría costarle todo. Brandon es adicto al sexo.
Sí, la adicción al sexo es una condición psiquiátrica que, hasta ahora, Brandon había conseguido controlar gracias a que mantiene una vida ordenada y rutinaria (plasmada en unos fantásticos primeros minutos de metraje). Sin embargo, pronto aparecerá en escena su hermana Sissy, una jovencita muy impulsiva - y de salud psíquica cuestionable - que pondrá patas arriba el mundo de su hermano mayor.
En un mundo envuelto en un ambiente tétrico y grisáceo que cuenta con un acertadísimo predominio del color azul que tiñe los rascacielos de una ciudad sumida en una constante sábana de lluvia, Michael Fassbender y Carey Mulligan se mueven como peces en el agua y ofrecen absolutamente todo lo que se puede ofrecer - intimidades incluidas - para llevar a la gran pantalla a dos complejísimos personajes que, paradójicamente, no terminaron de impresionar a los acádemicos Hollywoodienses (que, sin embargo, años después sí nominaron a los odiosos protagonistas de El Lado Bueno de las Cosas... En fin).
Así como el mencionado filme de Jenniffer Lawrence sólo brillaba por las supuestamente grandiosas actuaciones de la Srita. Everdeen y de un agotador Bradley Cooper,Shame no se conforma con quedarse en la sobrevalorada categoría de "película resultona por el trabajo del reparto". No. Steve McQueen nos presentó un grandioso filme que probablemente fuese olvidado en los dichosos Premios Oscar por lo difícil que resulta abrazar una historia tan cruda, tan explícita y tan "políticamente incorrecta". Sí, sí: muchos justificarán que Shame es "políticamente incorrecta" cuando en realidad estamos ante la escrupulosa imagen especular de una realidad existente hoy en día en, entre otros, el polémico mundo de Hollywood. ¿O es que alguien aún no se había enterado?
Con un uso de la cámara que a lo mejor técnicamente no sea supremo pero que a mí personalmente me fascina por lo eternas que eran algunas de sus secuencias, una ocasional banda sonora (sobre todo presente al principio y al final de la película) que encaja a la perfección con la trama y que consigue dejar al espectador hipnotizado mientras ve pasar los créditos finales, una historia desgarradora, y unos personajes extremadamente autodestructivos, Shame se coronó, para mí, como una gran película que, aunque sea de muy difícil visionado, se merece que, por lo menos, le demos una oportunidad.
?Te gustará si: quieres ver un filme con unas tomas larguísimas y estupendas o si quieres conocer la historia de un complejísimo personaje.
? No te gustará si:las películas que cuentan con escenas muy explícitas y subidas de tono te incomodan o desagradan.
Jerry