Todas las películas de la Marvel me dan miedo desde que vi Los Vengadores y me di cuenta de que soy la encarnación de la excepción que confirma la regla. Desde que asumí que odié la primera entrega de la aclamada cinta de Joss Whedon (tras, ojo, dos exposiciones), no confío nada en los filmes que van precedidos de ese impresionante y dinámico rótulo a no ser que sirva de presentación de algún título de los siempre acertados mutantes o del genio de la casa apellidado Singer.
No sé si es que ya me aburre ver a Stan Lee haciendo cameos, si el humor absurdo y excesivamente desenfadado de todas y cada una de sus producciones me resulta molesto, o si, después de haber oído que la saga de Hulk, Thor y compañía tendrá un cross-over con los personajes de este nuevo blockbuster veraniego, he decidido adoptar una actitud más que susceptible hacia estos largometrajes. No lo sé. Lo que, sin embargo, sí tengo claro es que, a pesar de que estuve a punto de no ir al cine a ver Guardianes de la Galaxia, al final lo hice. Y, ojo, fui súper dispuesto a que me encantase: una actitud muy similar a la que adopté al comprarme el DVD de Los Vengadores? pero con un desenlace muy distinto.
Porque sí, Guardianes de la Galaxia me gustó. Y mucho.
? Año: 2014
? Director: James Gunn
? Cast: Chris Pratt, Zoe Saldana, Vin Diesel, Dave Bautista, Bradley Cooper, Lee Pace, Michael Rooker, Djimon Hounsou, John C. Reilly, Benicio del Toro, Glenn Close?
? Música: Tyler Bates
? Duración: 122min.
No estamos en una galaxia muy, muy lejana. Nos encontramos en un atractivo sistema galáctico extremadamente gamberro, colorido y hasta hortera, que se podría decir que es el producto de un pintoresco cruce entre el lado más kitsch del Capitolio, la elegancia del San Francisco de la Starfleet y el rollo actualmente retro de ? por ejemplo ? Blade Runner.
En ese exquisito universo adquieren protagonismo cinco delincuentes que, por razones que jamás podrían haber predicho, terminan formando un equipo dispuesto a salvar a la galaxia de un apocalíptico destino. Sin embargo, lo que puede parecer una alianza cimentada sobre unos admirables pilares de solidaridad y valentía, no tiene más que una mísera motivación: ganar dinero.
La verdad es que todo es espectacular en Guardianes de la Galaxia. Muy lejos de tener un criterio extra-cinematográfico que poder aplicar en esta entrada, he de decir que los perdedores que integran esta extraña "Compañía del Orbe" son divertidísimos. Puede que su sentido del humor ? tan apestosamente Marveliano ? a veces resulte un poco molesto, pero el quinteto en sí es tan único y tan impredecible que, por fin, genera el soplo de aire fresco que estábamos esperando? Un soplo de aire fresco casi igual de alucinante que las geniales aventuras que Starlord y compañía viven en esta montaña rusa llamada Guardianes de la Galaxia.
Partiendo de una poco innovadora - pero muy adecuada - banda sonora, unos efectos visuales alucinantes, y unas secuencias de persecuciones y luchas de naves espaciales que, creedme, tienen que ser vistas en la gran pantalla del cine, Guardianes de la Galaxia se convierte en una de esas cintas de aventuras que nadie al que le guste el género se puede perder. Es más: nadie debería esperar a verla en su humilde televisión o en su maldita pantalla del ordenador. Esto, señores, tiene que verse en el templo del Séptimo del Arte.
Si afrontamos con buena cara los esfuerzos de la película por sumirnos en el aura musical del agotador Awesome Mix y optamos por reírnos con cada una de las facilonas bromas que esos innovadores personajes están preparados a escupir, las peripecias del mapache mutante y sus colegas consiguen conquistar, con una facilidad sobresaliente, a los espectadores más escépticos. Y es que resulta que, a diferencia de otros productos de la casa, Guardianes de la Galaxia no se toma en serio a sí misma. Esta película sabe lo que es, sabe a lo que aspira, y sabe lo que tiene que ofrecer. Y, oye, lo debe de hacer francamente bien, porque esa paciencia y esa tolerancia que se traicionaban a sí mismas viendo pretenciosos filmes como Los Vengadores, terminan siendo deliciosas al ser recompensadas con una película sincera y carente de ambición alguna que no quiere engañar a nadie y que, seamos claros, sabe que no va a convertirse en la mejor película de acción del año.
Con esa aparente humildad y ese agradecido autocontrol, lo nuevo de la Marvel se autoproclama licenciado en el género de ¿superhéroes? de acción con un prestigioso máster en aventuras y comedias al ofrecer, como trabajo final, una irónica advertencia de que "los guardianes de la galaxia volverán" y una última gran canción del ya adorado "Awesome Mix" que acompaña a la indeseable aparición de los créditos finales con esa simple, divertida, ridícula y extremadamente disfrutable intervención de un palillo bailarín que, a pesar de que sólo dice tres malditas palabras a lo largo de todo el metraje ("Yo soy Groot"), enamora.
Al ver esto último, uno no sólo recuerda que el punto fuerte del filme estaba en los personajes, sino que además uno se da cuenta de que ha disfrutado esta gamberrada como un auténtico enano.
Ya me apetece volver a ver a Star-Lord.
?Te gustará si: disfrutas de esas películas de acción que, desde el minuto uno, son una montaña rusa de emociones fuertes y derroche de adrenalina.
? No te gustará si: el humor facilongo de la Marvel te supera.
Jerry