Un mandala es ya de por sí perfecto, al igual que uno coloreado o uno sin terminar, a veces estos últimos, brillan más debido a esa parte blanca, llegando a tener un conocimiento de nosotros bastante profundo, incluso dicen, que mientras más te conoces, menos color necesitas.
Te invito a que cualquiera de ellos lo pintes y lo guardes y dentro de algún tiempo, cojas otro igual y lo vuelvas a pintar.
Compáralo, te sorprenderás de lo diferentes que son.
Todas las opciones son válidas, pinta un mandala y mientras lo haces piensa sólo en esto: se libre, libérate por un momento de tu entorno, incluso mejor olvídate por completo de lo que te rodea y llénate de mi energía y de mi fuerza. Te sorprenderás. Por unos instantes tocarás el cielo.
Si tienes dudas bien puedes pasar a vernos o puedes preguntarnos por aquí, te garantizo que te respondo rápidamente.
No te olvides que hoy puedes Alcanzar tu sueño
Gracias por leernos,Patricia Sánchez de León