Totalmente compatible, los alimentos orgánicos y la cocina moderna, un plus para el deleite de sus consumidores. Son códigos gastronómicos que ponen al otro lado, el de las manos en la mesa, Mamá Campo, un concepto alimenticio que da para mucho, tienda, restaurante y taberna en el mítico barrio de chamberi, muy cerca del antiguo mercado de la Plaza Olavide, derruido hace 40 años.
Hoy estuve en su restaurante, pared con pared a su taberna (menú del día), la decoración transmite una sintonía especial, diría que de cierta calma, respira paz, activas el “ON” de experiencia gastronómica.
Tomé las -setas de temporada-, perrochico, boletus y teriyaki sobre una crema parmentier de patata con reducción de aceite de oliva y corona un huevo campero del Valle de los Pedroches a baja temperatura.
Una textura extraordinaria, fino fino filipino, de sabor suave, delicado en boca, por qué no decirlo, su combinación es arriesgada pero encaja a la perfección, cuando lo ligas todo es increíble, mojé pan a discreción.
A continuación -llana de ternera- (carne muy fibrosa pero de gran calidad, también se utiliza para elaborar el ragú y steak tartar) en su jugo con frutos rojos en cama de crema de coliflor reducida con nata y mantequilla y quinoa blanca. Muy sabroso!!
Te espero, como siempre en el otro lado, el de Las Manos en la Mesa.
Que aproveche!!
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