Por ello, el pasado viernes decidí cogérmelo de relax e irme con mi madre de rebajas, y de paso, hacer un poco de turismo.
Por increíble que parezca no me compré nada de nada, ni siquiera en Primark. Supongo que después de tres mudanzas y de haber estado todo un mes sin planchar, me hizo darme cuenta que quizá, solo quizá, tenía un “pelín” de ropa. Así que puedo decir que estoy curada de mi adicción a las compras jeje
El H&M de Gran Vía me dejó fascinada, esa entrada con esos espejos en el techos, esas lámparas de araña, el mármol, la balaustrada…me encanta el estilo Renacentista italiano. Por si os suena el edificio, era donde se encontraban los antiguos cines Avenida.
Y siguiendo en el modo #madrileando descubrí la fachada del hotel Mayorazgo que me encantó, con ese mantón de Manila, tan castizo…
Descansando un poquito en Plaza de España
Monumento a Miguel de Cervantes, también en Plaza de España
Y por último, el Templo de Debod, el Palacio Real y la Catedral de la Almudena. La verdad es que el tiempo no acompañó, porque estuvo nublado todo el rato, aunque afortunadamente no llovió. Lo dicho, ver Madrid, merece la pena.