La isla de Madeira te va a sorprender, por su naturaleza salvaje, sus impresionantes acantilados y sus afiladas montañas, de vistas inigualables.
Situada en el océano Atlántico, frente a las costas de Portugal, se formó a base de erupciones volcanicas, por eso su terreno es tan accidentado, es un lugar para disfrutar de nuevas experiencias, ideal para los amantes del senderismo: hay espectaculares rutas para hacer.
Funchal es la capital
Está formada por miles de casitas situadas en la montaña con vistas al mar, con bonitas callejuelas llenas de negocios tradicionales, restaurantes donde tendrás que probar su estupenda gastronomía y artesanía a base de bordados de gran belleza.
Hay que hacer un recorrido por sus calles empedradas y con mosaicos en el casco histórico, para admirar la catedral, la Praça do Municipio donde se encuentra el Ayuntamiento, el cercano Museo de Arte Sacro, pasear hasta la zona portuaria y por su puesto ir al Mercado de Lavradores, vistoso y colorido con sus puestos de frutas exóticas y flores, donde te ofrecerán su flor más típica: el Ave del Paraíso.
Carreiros de Monte
Coger el teleférico para subir al Monte, la parte alta de la ciudad, y disfrutar de las vistas de su hermosa bahía, es indescriptible.
Luego puedes bajar en los carros de mimbre por una calle estrecha y empinada de 2 km, empujada por los carreiros, impolutamente vestidos de blanco. Resulta emocionante y divertido, aunque un poco caro.
Estos carros de mimbre eran utilizados hace años por los comerciantes para descender sus mercancias más rápidamente del monte a la ciudad, hoy en día es un entretenimiento para turistas.
Cómo recorrer la isla
Puedes alquilar un coche, aunque las carreteras para acceder a algunos lugares son estrechas, empinadas y con muchas curvas; si no eres muy buen conductor otra opción es contratar un taxi. Por un precio accesible, te hará el recorrido de la isla a tu gusto y no tendrás que preocuparte de conducir.
Entre los sitios que no te debes perder está Câmara de Lobos, antiguo y pintoresco pueblo de pescadores.
Cabo Girao, famoso por su acantilado de vistas impresionantes, desde allí se visualiza todo el archipiélago ideal para amantes de la fotografía y deportes de altura.
Sao Vicente, enclavado en un valle de la costa norte de la isla. Tuvo una intensa actividad volcánica que han dado lugar a hermosas grutas para ser exploradas.
Las Casinhas de Santana, antiguas viviendas de los agricultores, triangulares con techo de paja y paredes de roca blanca. Aunque muchas se encuentran vacías hay alguna que se ha conservado y puede visitarse, para hacerse una idea de cómo se vivía allí antiguamente.
Hacer una levada
Las levadas son caminos que se construyeron para llevar el agua a las zonas más secas de la isla, los senderos laterales que se hicieron mientras se construían, son actualmente rutas de senderismo. Una de las más populares es la levada de las 25 Fontes.
Aunque no seas muy amante de las caminatas, terminaras por animarte, merece la pena y aunque no vayas preparado no hay problema, hay muchas tiendas donde te podrás equipar y a buen precio.
Piscinas naturales de Porto Moniz
Madeira no es un destino playa, las pocas que hay son de rocas y las de arena son pequeñas, si quieres darte un chapuzón, lo mejor es que te acerques a las piscinas naturales de Porto Moniz.
Para terminar no debes irte de Madeira sin probar su gastronomía, estupenda en numerosos locales y a buen precio y entrar en alguna taberna típica a probar una poncha, bebida hecha con frutas tropicales y algo de alcohol.