Podría hablar de todo lo que he leído desde octubre, pero sería una entrada tremendamente larga y seguro que mi memoria me jugaría alguna mala pasada, así que he escogido los siete mejores libros que he leído últimamente. Hay un par de finales del año pasado y el resto son todos del 2019... que no está siendo un año muy lector si lo comparo con la burrada de libros que leí durante el 2018. Aún así, he encontrado varias joyitas que me hacen recuperar la esperanza de volver a devorar libros compulsivamente en cuanto tenga la cabeza más despejada. Últimamente tengo tantas cosas en las que pensar que apenas puedo concentrarme en la lectura y, salvo que me encante muchísimo el libro, me cuesta el doble de esfuerzo dejar la mente en blanco para focalizarme simplemente en leer.
No es casualidad que todos los libros menos uno sean de Anagrama. Es la editorial que más leo, normalmente sus novelas nunca me dejan indiferente... y por eso me encantan. Además, de vez en cuando sacan ediciones limitadas que son auténticas boniteces (y la excusa perfecta para añadir un librito más a la estantería).
Nubosidad variable (Carmen Martín Gaite): Este fue el último libro que leí el año pasado y lo adoré; de hecho, se ha convertido en un favorito, un imprescindible que seguramente releeré prontito. Me lo compré de segunda mano y lo tengo literalmente plagadito de post its y anotaciones a lápiz. Es una novela sobre la amistad, el tiempo, los sueños y el mundo interior... narrada con una maestría impresionante. Nubosidad variable tuvo parte de culpa en la "crisis lectora" que atravesé a principios de año, y es que dejó el listón tan alto que aún no me he recuperado de la experiencia de leerlo. ¡Muy pero que muy recomendable!
Lolita (Vladimir Nabokov): Empecé Lolita hace un par de años y lo abandoné a los pocos capítulos por imposible; creía que no era un libro para mí. Cuando le di otra oportunidad allá por febrero enseguida me enganché (prueba de que a veces hay que esperar el momento propicio para leer un determinado libro) y me gustó bastante, a pesar de que no es una lectura ni fácil ni agradable. Nunca he odiado tanto a un personaje ficticio como odié a Humbert Humbert, y ese sentimiento de asco y desprecio tan logrado por Nabokov ha hecho de Lolita una de mis mejores lecturas en lo que va de año.
Jane Eyre (Charlotte Brönte): Decidí leer Jane Eyre llevada por las buenas críticas que había visto en blogs y en Goodreads, ¡y no se equivocaban! Pese a ser una novela del siglo XIX me ha sorprendido lo fácil que es de seguir y lo deliciosamente escrita que está. Es espectacular. Empaticé con la protagonista desde la primera página y conforme fui avanzando en la lectura me maravillé con su evolución. Jane Eyre es, a mi juicio, uno de los personajes mejor construidos de la literatura.
Las vírgenes suicidas (Jeffrey Eugenides): Tengo sentimientos encontrados con este libro. No es para nada como lo imaginé; los capítulos son tan largos y las descripciones tan extensas que a tramos se me hizo algo soporífero, pero las últimas páginas estuvieron muy por encima de mis expectativas. Aunque en mi opinión sobran personajes y algunos párrafos, la novela está llena de pinceladas fascinantes que te dejan con la boca abierta y los ojos llenos de chiribitas. Dan ganas de seguir devorando cada página para saber porqué las hermanas Lisbon se quitaron la vida. Aprovecho para recomedar también la película; la vi justo después de terminar el libro y me pareció brillante, ¡al contrario de lo que suele suceder normalmente con las películas basadas en novelas!
El dios de las pequeñas cosas (Arundhati Roy): Precioso, delicado, extraordinario. Sólo tengo una pega, y es que los capítulos alternan presente y pasado sin seguir un orden lógico, lo que hizo que a veces me perdiese un poco en la historia. Aún así, me ha parecido un libro magnífico que no puedo dejar de recomendar. La autora tiene una forma de narrar tan ingeniosa que te transporta a la India, concretamente a la familia de Rahel y Estha, y te llena de paz.
Lo que aprendemos de los gatos (Paloma Díaz-Mas): Si te gustan aunque sea un poquito los gatetes, ¡tienes que leer este libro! Es tan cortito que se lee en un suspiro, a mí me dejó con un vacío del que aún no me he recuperado y con unas ganas multiplicadas por mil de añadir un compañero felino a mi vida. No voy a decir nada del argumento porque el título habla por sí solo, y además creo que es un libro al que es mejor acudir sin saber demasiado de qué va.
República luminosa (Andrés Barba): Libro de Andrés Barba que leo, libro que se va de cabeza a mis favoritos. República luminosa es su última novela, una especie de crónica que narra la historia de 32 niños huérfanos o de origen desconocido que vivieron por libre en la ciudad de San Cristobal, causando una gran alarma social. Al igual que Las vírgenes suicidas, es un libro que cuenta una historia pasada; en este caso ocurrida veinte años atrás. Como todo lo que escribe este autor, la novela es cruda, despiadada, siniestra; pero al mismo tiempo hipnótica, adictiva y fascinante.
¡Y hasta aquí el post de hoy! Muchísimas gracias a todas las que dedicasteis unos minutitos a dejar un comentario en la entrada de la semana pasada, ¡con gente como vosotras es mucho más fácil hacer acopio de ánimos y de ideas para llenar Melituca de nuevo contenido!
Ahora cuéntame... ¿cuáles han sido tus últimas lecturas? ¿has leído alguno de los libros de la lista?