Mariano Rajoy, presidente en funciones
El presidente en funciones, Mariano Rajoy, ostenta una larga lista de meteduras de pata. Uno de sus últimos trabalenguas lo protagonizó en un acto con mujeres emprendedoras en el Campus Google Madrid, con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. "Tenemos que fabricar máquinas que nos permitan seguir fabricando máquinas porque lo que no va a hacer nunca una máquina es fabricar máquinas", aseguraba Rajoy.
Días antes, y en pleno debate de investidura, el líder del PP perdió el hilo del discurso y admitía que lo que ha hecho su Gobierno es "engañar a la gente". Otro lapsus que añadimos a una larga serie de equivocaciones y errores lingüísticos que le convierten, inevitablemente, en protagonista de muchos titulares y numerosos memes.
Rara es la semana que no suelta un disparate de su boca. En el programa Espejo Público de Antena 3, dijo que "los políticos somos sentimientos y tenemos seres humanos", y en plena campaña electoral se volvió a liar hablando de "vecinos" y "alcaldes" en Benavente, Zamora. Fue allí donde mencionó, encima de un banco, su ya famoso y descacharrante: "Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde". Y se quedó tan ancho.
Pero hay más: "España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles", "un vaso es un vaso y un plato es un plato" o "a veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, y esa es también una decisión". No es de extrañar que todos sus lapsus se conviertan de inmediato en objeto de críticas.
Es lo que tiene ofrecer entrevistas y mítines sin un guión preestablecido, algo poco habitual en nuestros líderes políticos. Lo que está claro es que a Rajoy no le gusta hablar en público, tampoco de política, al menos con periodistas delante, ya sea en ruedas de prensa o en conversaciones informales.
Lo cierto es que desconocemos el porqué de sus muchos e incontables deslices. ¿Sufrirá dislexia nuestro poderoso y entrañable presidente? o ¿se trata de "simples" despistes por nerviosismo?
Sea lo que fuere, sus "marianadas" nos hacen reír, no tanto sus políticas impopulares. Fin de la cita.