A veces, sabiendo que donde pondremos Las Manos en la Mesa hay una constelación de estrellas, nuestras expectativas aumentan y es que no lo podemos controlar.
Tomamos un menú cerrado, sabor-color, de extraordinaria calidad y sencilla elaboración, el postre lo más sofisticado, nunca había visto servir éste tradicional dessert de este modo tan original.
Empezamos con todo un clásico, la Burrata con corazón de tomate y calabacín a la parrilla, ligado con pesto de albahaca, suave y cremoso, un bocatto di cardinale.
Continuamos con uno de los platos más tradicionales en la gastronomía italiana, Risotto estilo Milanesa con corona de ragut de ternera, se distingue fácilmente por el color intenso que le aporta el azafrán, su combinación resulta muy sabrosa.
Tercera estación, Solomillo de ternera sobre puré de patatas con aceite extra virgen de la Toscana acompañado de verduras cocidas, calabacín, zanahoria, cebolla y tirabeques, todo en su propio jugo, para mi gusto perfecto “al punto”, sabroso, jugoso y extra tierno, no se le puede pedir más.
Si vas a Milano, este sitio no te fallará, juegas a almuerzo ganador.
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