Si me sigues en Instagram o estás suscrita a la newsletter (que he seguido enviando religiosamente cada último día de mes), seguramente sabrás que en julio estuve un fin de semana en Madrid haciendo ruta de librerías de segunda mano.
Mi amor por la capital es infinito y se afianza cada vez que vuelvo a recorrer sus callejuelas. Esta fue la primera vez que la vi vestida de verano, y aunque el calor no dio tregua mi hermana y yo disfrutamos a tope de un día y medio de caminatas, fotografías, risas y libros.
Y es que, como te conté en este post, adoro los libros de segunda mano. Prácticamente el 90% de los libros que compro son usados y tanto mi hermana como yo compartimos esta afición libril: nos encanta perder la noción del tiempo buscando joyitas en librerías de viejo y puestecillos callejeros, así que articulamos nuestro plan de fin de semana en torno a un puñado de librerías que queríamos visitar. Las he recopilado todas en un mapa al que puedes acceder online haciendo clic en el botón de debajo
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Sobra decir que no pudimos ir a todas (y un par –que he quitado del mapa para no causar confusión– nos las encontramos cerradas a cal y canto). Como nos movimos siempre a pie, inevitablemente algunas librerías quedaban bastante a desmano del recorrido lo que nos da la excusa perfecta para volver (siempre que voy a Madrid tengo que dejar algo pendiente “para la próxima vez”).
Nuestra ruta empezó por Lavapiés. Fuimos a La Casquería, un pequeño puesto del mercado de San Fernando que vende al peso libros usados. Encontramos novelas bastante actuales en perfecto estado y lo curioso es que el precio depende de lo que pesa cada libro (con un límite máximo de 8 euros).
En el mismo barrio, estuvimos en Tuuu Librería de la Calle Embajadores (tienen también otro local en la calle Padilla); una librería solidaria que fomenta la economía circular a través del intercambio de libros. Los libros no tienen un precio estipulado, sino que pagas lo que tú consideras. Además, el interior de la librería es precioso. ¡Me encantó!
En Malasaña, obviamente entramos a la archiconocida librería Libros para un mundo mejor; preciosa por fuera y por dentro (¡y con gatica mimosa incluida!) También estuvimos en Taschen –aunque no es de segunda mano– y aluciné con el paraíso de libros de arte, fotografía y diseño que caben en un espacio de tan pocos metros cuadrados. Estaban de rebajas y piqué con dos.
Paseando por el centro encontramos la Re-read de Tirso de Molina (de apertura bastante reciente, creo, porque no la teníamos fichada pasamos por delante de pura casualidad), que vende libros a precio único de tres euros si compras solo uno, cinco si coges dos y diez euros si coges cinco. La cadena de librerías Tik Books es parecida a la Re-read en cuanto a precios, y también está muy bien (tienen varios locales, uno en la calle Mayor, otro cerca de Gran Vía y más).
En cuanto a libros al aire libre, no puedo dejar de mencionar la Cuesta de Moyano. Está al lado del Retiro y la llenan un montón de casetas que venden libros usados a distintos precios. Hay TANTO material que puedes tirarte perfectamente dos horas mirando libros, ¡y siempre se encuentra algo interesante!
En el callejón de San Ginés, al lado de la calle Mayor, también la Librería San Ginés saca mesas con libros usados a la calle, pero nos quedamos sin verla porque estaba cerrada cuando pasamos. ¡Otra vez será!
Por último, aunque no sea una librería de segunda mano, fuimos a La Central de Callao. ¡Es una pasada! Merece la pena entrar aunque solo sea por el placer de ver la decoración, el patio y las estanterías abarrotadas de libros. Tiene varias plantas y es enorme. También debo dedicar una "mención especial" a La Casa del Libro de Gran Vía, que, aunque no tiene nada de particular, su zona con asientos y aire acondicionado nos salvó en un par de ocasiones de morir achicharradas de tanto caminar bajo el sol de julio en Madrid.
Las dos librerías de segunda mano que nos pillaban un poco lejos y a las que no fuimos –pero que he dejado marcadas en el mapa– son el Desván del Libro y la Librería Alcaná. En ambas he pedido algún libro por internet (a través de Iberlibro) y me hacía ilusión conocerlas en persona. Las dejo pendientes para otro viaje.
Espero que te haya gustado este post de regreso al blog. Si es así, te agradecería mil que lo compartieras o me dejases un comentario. Y si conoces más librerías de viejo en Madrid, ¡soy toda oídos! Ya estoy haciendo lista para la próxima vez que vaya... porque, como digo siempre, ¡NUNCA se tienen suficientes libros! –y los libros usados siempre llegan a mi estantería con un valor añadido y una historia detrás que, aunque para mí sea desconocida, me encanta imaginar–.