enterado por twitter de que la UE ha decidido salvar a Grecia.
Sus responsables han estado trabajando hasta la madrugada del lunes para, según dicen,
intentar llegar a un acuerdo sobre si "salvaban" o no a Grecia y al final nos lo han contado
por la Red. Pero yo me pregunto si con tanta reunión creen que engañaban a alguien.
Me refiero a los máximos dirigentes de la UE, además de a los ministros de Economía
y Jefes de Gobierno de los países que forman parte de la Unión.
Y es que rescatar o no a Grecia en realidad no han sido solo un problema de dinero.
Todas esas aparentemente largas discusiones en las que desde hace semanas andan
enzarzados los responsables del FMI y de la UE no han tenido tanto que ver con la
economía como con la política. La cuestión de fondo no es otra que en Grecia gobierna
un partido de izquierdas, Siryza, y que este partido había prometido a los ciudadanos
de que defendería en Bruselas otro modelo de hacer las cosas, un modelo que pasará
por acabar con la austeridad extrema, un modelo que tuviera en cuenta a las personas.
También defendían una restructuración de la deuda.
Ese ha sido el pecado capital de los gobernantes griegos de Siryza, y es el que le
están haciendo pagar a Grecia. Fuera del carril no hay salvación vienen diciendo
desde Bruselas. Para los "mandamases" del FMI y de la UE el colmo ha sido que
Alexis Tsipras se atreviera a convocar un referéndum y además que lo ganara.
Un referéndum en el que los griegos han dejado claro que rechazan las recetas de
la UE, pero no a la UE. A Tsipras no le han perdonado en Bruselas que convocará
el referéndum y le han torcido el brazo hasta hacerle renunciar al espíritu del referéndum.
Sí, los responsables de la UE le han hecho pagar su osadía.
Así que desde hace semanas la política de la Unión Europa y del Fondo Monetario
Internacional para con Grecia ha consistido en palo y ni siquiera zanahoria.
Algunos dirigentes hacían declaraciones asegurando que la nueva propuesta de
Tsipras es aceptable para la UE, otros añaden que es insuficiente, los hay que
parecen apostar porque Grecia se vaya del euro, etc, etc, etc.
Pero en realidad lo que ha imperado ha sido la posición alemana. Angela Merkel
ha vuelto a dejar claro que en la Unión Europea manda ella, o sea Alemania y
ha hecho oídos sordos a Francia e Italia que abogaban por rebajar las condiciones para el rescate.
Pero sobre todo lo el mensaje que nos llega a los ciudadanos es que nos podemos
ir olvidando de la Europa social, de la Europa de la solidaridad, de la Europa de rostro humano.
La Unión Europea es hoy más que nunca la Europa de los intereses económicos y
que los ciudadanos no tenemos voz ni parte. Mandan los mercados y no la política
sobre los mercados.
Por tanto el mensaje no puede ser más desolador. Estremece la dureza, soberbia
y prepotencia con que los responsables de la UE y los jefes de gobierno han
tratado a Grecia.
Sí, han humillado a Grecia y esto lo que va a provocar es un resentimiento en
la mayoría de la población.
Muchos ciudadanos griegos se enfadarán con Tsipras y puede que no vuelvan a votar
a Siryza pero además difícilmente olvidarán lo mal que se lo está haciendo pasar
la Unión Europea.
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