Sus apariciones y cameos han sido varios, pero quizás las más destacables sean su pequeño papel en ‘El Club de la Lucha’, sus apariciones en ‘American Psycho’ y ‘Dalas Buyers Club’, y sus papeles protagonistas en ‘Réquiem por un sueño’ y ‘Las vidas posibles de Mr. Nobody’. Solo esta curiosa mezcolanza de películas nos da una idea de los papeles en los que encaja este actor. Personajes extravagantes, muy impulsivos y llamativos, con personalidades exuberantes y tendentes a los cambios de humor, esto es a lo que nos tiene acostumbrados esta por igual curiosa persona. Por otro lado, no estoy completamente seguro de que estas personalidades puedan ser comparadas con su próximo papel.
En ‘Requiem por un sueño’ interpreta a un politoxicómano que sobrevive a duras penas vendiendo las sustancias que se salvan de ser consumidas. La locura, por lo tanto, es una pieza principal del personaje (locura como producto de las drogas entiéndase), pero no es la misma que la del archienemigo del murciélago; se columpia más entre la tristeza y desolación de la dependencia de las sustancias y la ira provocada por las mismas ante situaciones estresantes, es una persona inestable por su situación personal más que por una predisposición nata a la destrucción. Parecido es el caso de ‘Mr. Nobody’, la incapacidad de comprender lo que sucede alrededor del protagonista, Nemo Nobody, y las múltiples personalidades que toma hacen galardón de la habilidad del Leto para los papeles difíciles, pero no termina de ser lo que buscamos. No obstante, la versión anciana de este si nos da un atisbo de esa locura que surge de la mente de uno, con esa risa alocada y esporádica y esas ideas tan peculiares, se da un aire a nuestro guasón.
Otro caso peculiar es el de ‘Dalas Buyers Club’, que coloca al Jared Leto en una situación delicada, ya que hace de transexual, algo a lo que claramente no está acostumbrado, pero sale del paso sin problema alguno y con una actuación a la que pocas pegas se le puede poner. Más allá de la dificultad natural de la actuación, el personaje está igual de trastocado que los que ya hemos analizado, rozando los límites de la esquizofrenia en algún punto, y sin embargo sigue sin ser lo que buscamos finalmente. Quizás sea Paul Allen, su personaje en ‘American Psycho’, quien ejemplifique mejor la actitud buscada. Quien haya visto la película recordará la escena de las tarjetas, cuando cada uno de los presentes de una sala de una empresa muestra sus tarjetas de visita personalizadas, siendo Paul Allen quien tiene una de las más aclamadas y llamativas. A todos los actores presentes en la escena se les ha de reconocer un mérito especial, pero sin duda son Jared Leto y Christian Bale quienes toman en control y se sitúan en el centro de los focos. Esa excentricidad, esa pasión por un simple trozo de papel impreso con letras casi convertida en lujuria, el orgullo y honor de ser reconocido campeón de ese pequeño y absurdo concurso y la sonrisa que se dibuja en la cara de Allen al mostrar su tarjeta son sin duda características más que parecidas a las de Joker, por lo tanto, son casi un requisito imprescindible que, por lo que vemos, Leto posee.
En resumen, obviando el carisma de su propia persona, Leto me parece un candidato más que cualificado para heredar uno de los papeles más míticos por su dificultad de la historia de la gran pantalla. Espero de él una gran actuación que, sin ser necesariamente grandiosa, estará a la altura del papel. Tampoco debemos de olvidar que no se trata ni de Jack Nicholson ni de Heath Ledger (bueno, vale, y César Romero también debería estar aquí, ¿por qué siempre nos olvidamos de él?). Sus papeles fueron memorables y a la vez incomparables, pues al final el Joker es un personaje procedente de los cómics, y del mismo modo existen varios Joker que, aun siendo la misma idea, no son necesariamente iguales. Por ello, quizás no sea tan buena actuación a nivel individual (aunque es algo que dudo), pero creo que dieron en el clavo escogiéndole a él para la tarea.
Por Diego Gozalo/ @DieGozalo97