El equipo culé afrontaba el partido con las bajas de Piqué, Iniesta, Mathieu, Jordi Alba. Cuatro jugadores que han sido fundamentales para los dirigidos por Luis Enrique. Durante los primeros 21 minutos el Manchester City fue el amo y señor, con constantes ataques por la banda derecha, hasta que apareció la genialidad de Messi que recuperó un balón en campo propio, envió un largo pase a Neymar, que con su ya acostumbrada habilidad corrió hasta el borde del área grande rival, y con un magistral pase eludió a tres defensas y dejó a Messi solo para que rematase y anotase el primer gol del partido. Ha sido el gol número 90 del argentino en Champions League.
Todo era alegría y felicidad, el Barça se dedicó a marear al Manchester City haciendo pases cortos por todo el terreno de juego, era un ir y venir, no un tiki taka, pero un pim pas pim de ésos que vuelven loco a cualquier rival. La felicidad acabó en el minuto 39 de la primera parte cuando Sergi Roberto envió mal un pase que pretendía enviarlo a André Gomes, la recuperó el rival, que después de una triangulación anotaba el empate. A partir de aquí iba a ser un martirio para el conjunto catalán. Nos íbamos al descanso con el empate, pero con un City emocionado.
El segundo tiempo iba a ser horroroso. En el minuto 51 De Bruyne anotaría de tiro libre. Ter Stegen pagó el pecado capital después de dar un pequeño salto hacia el lado contrario donde iba el balón.
El Barça iba a tener el empate, ése que hubiera cambiado la historia del partido, dándole la clasificación automática y el liderato absoluto del grupo, pero la suerte fue otra. André Gomes la estrelló en el travesaño. Minutos más tarde el City sentenciaría el encuentro, después de una polémica mano del Kun Agüero. El partido terminaría con un equipo culé haciendo su mejor esfuerzo, pero sin conseguir más.
Amarga e inesperada derrota en Manchester.