Los mejores momentos que nos dejó abril 2019
Hola a todos y bienvenidos un día más. ¿Qué tal ha ido el finde?¿Habéis ido a votar? El mío ha estado bien y fui a votar.
Aunque abril no ha acabado, pues quedan un par de días, yo vengo con el resumen del mes. Y sin más rollo, empezamos.
Cada mes me gusta repasar lo mejor que me ha dejado, y siempre digo que si algún día dejo el blog seguiré haciendo esta sección aunque sea para mí, a modo de ejercicio, porqu eme ayuda a valorar todo lo bueno.
Abril ha sido un buen mes, he tenido algunos asuntos burocráticos, que odio, pero ha sido un mes de excursiones, de cenas familiares, de risas, de momentos especiales, de cumpleaños...
Ha sido el mes de las prímulas, que anuncian la primavera y que a mí siempre me recordarán a Heide, que por cierto, hemos vuelto a ver porque hay series que no tienen edad.
Y ha sido el mes de los paseos junto al mar en días radiantes de sol pero también en días grises, que a mí me encantan.
Y hemos cruzado puentes que a veces son un poco como la vida, puentes peligrosos que hay que disfrutar porque no sabemos que hay al otro lado.
O subimos pasito a pasito hasta alcanzar nuestro destino.
Este mes ha sido el de los paseos entre cerezos en flor.
Y también el de los picnics improvisados en parques, con lluvia y ataques de risa.
Y con rincones bonitos que vieron crecer a mis padres, y luego a mí, y a mis hijos...
A veces nos deleitamos con los regalos que nos ha dejado la lluvia.
Y otras cotemplamos absortos las flores de los manzanos, que resplandecen bajo el sol.
Es increíble lo cerca que estaba este gavilán, pude ver frente a mí esos ojos penetrantes y ese pico desgarrador, pero cada vez que quise grabarlo o hacerle una foto se alejaba rezumando elegancia.
Yo creo que abril ha sido el mes del relax y los paseos, de las puestas de sol y las tardes en el campo con el trino de los pájaros y el olor a tierra. Os dejé algunos stories en instagram y facebook, algunos aún están, porque ese canto de los pájaros era realmente embriagador.
Y también ha sido el mes de la lectura. Descubrí libros realmente maravillosos y releí algunos que ahora me parecen mucho mejores que entonces.
Mi hijo fue presentador de unos certámenes corales y me deleité con el arte que esconde una Basílica que en mi ciudad a veces pasa desapercibida y es realmente bonita.
Y fuimos en familia a sitios que están llenos de leyendas, que ya habíamos ido muchas veces y que volvimos cuando el lugar se hizo famoso al salir en un programa de la tele que habla de misterios. Mola contar historias de miedo cuando llueve, no hay nadie y el silencio y los truenos envuelven el lugar.
Y entre paseo y paseo repetimos los picnis, que cualquier época del año es buena para comer al aire libre.
Y nos escapamos a ciudades cercanas, donde conviven lo nuevo y lo viejo, el campo y la industria, el ayer y el hoy.
Y con la Semana Santa llegan las figuras de chocolate como esta de Spiderman, mi superhéroe preferido en el mundo mundial.
Algunos días salimos a pasear y buscamos rincones que nos encantan y que invitan a charlar o a leer.
A veces quise contemplar el mar a través de las ramas verdes y floridas, como si fuese un filtro en el móvil.
Y otras simplemente contemplé mi playa preferida alegremente iluminada por el sol.
Y sin darme cuenta se fue abril, el mes de las aguas mil que a mí me ha regalado flores, paseos, risas, familia y buenos momentos. Los malos no han sido muchos y los dejaremos en el cajón de abajo, cerrado y olvidado.
Mil gracias por leerme y os recuerdo que tengo activo un ¡¡¡¡SORTEO!!!! para celebrar las 1000 entradas. Podéis participar aquí.