HARRY POTTER Y EL MISTERIO DEL PRÍNCIPE

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Para mi hablar de Harry Potter es hablar de ilusión. Es hablar de magia de verdad, esa que se ve en forma de chirivitas reflejada en los ojos de un niño cuando abre sus regalos de navidad. Esa que se ve en forma de chirivitas reflejada en mis ojos cuando veo una pizza cuatro quesos. Esa es la ilusión de la que hablo!

Yo, que era una ávida lectora de toda la saga de Kika superbruja, que me compraba cada semana la revista de las W.I.T.C.H., me avergüenzo al decir que no conocí al niño que sobrevivió hasta que en 2001 vi la película en el cine. Y me enamoró tanto...me apasionó de tal manera...que lo primero que hice al salir del cine fue pedirle a mi papi los libros (el primero también, por supuesto).

El misterio del príncipe es una de las películas más especiales para mí en la saga. Es el inicio del fin y, al mismo tiempo, la explicación del comienzo.

La primera escena ya nos hace conscientes de este hecho, puesto que es la última escena de la película anterior, "La orden del fénix" La gente ya cree a Harry, ya saben que Voldemort ha regresado y que se avecina una guerra, los mortífagos y los dementores acechan las calles de Londes, destrozando puentes, matando muggles a placer, provocando una tristeza y un miedo general en toda la población.

La primera aparición de Potter en esta película es distinta a las demás, ya no vemos a los Dursley, si no a Dumbledore, quien va a buscarlo y lo lleva a visitar a quien será el nuevo profesor de Howarts, Horace Slughorn. Se trata de un personaje peculiar donde los haya, digno sucesor del puesto vacante en el colegio. Es una persona a la que le interesa la fama, ojocuidao! no la suya, la de los demás y a lo largo de su carrera docente se ha rodeado de aquellos alumnos en los que ve potencial para triunfar. Por supuesto, Harry Potter no podría faltar en su lista de "alumnos predilectos" (para que luego digan que los "profes" no cogen manía ni tienen favoritismos...).



Mientras tanto, Narcisa Malfoy y su hermana Bellatrix Lastrange se dirigen a una casa cuya puerta la abre nada mas y nada menos que el despreciable Colagusano. Para nuestra sorpresa la casa es de Snape. Cuando ya nos habíamos convencido de que estaba del lado de la luz, de que protegía a Harry y de su lealtad hacia Dumbledore, descubrimos la amarga realidad: sigue sirviendo al Señor Tenebroso. Y promete a Narcisa cuidar de Draco, ayudarlo y finalizar la tarea que Voldemort le ha encargado si es incapaz de realizarla con éxito pero ¿qué tarea es esa? La única pista que tenemos de ello se nos presenta en el callejón Diagon, cuando Harry, Ron y Hermione salen de la maravillástica tienda de artículos de broma de los gemelos Weasley y siguen a Draco y a su madre hasta el callejón Knockturn, donde Malfoy se muestra muy interesado en un armario del que por ahora no sabemos nada. Esto hace que nuestro protagonista empiece a sospechar que no solo ha salido a su padre en el pelo y decide usar su capa de invisibilidad para lo que cualquiera la usaría (no, no es para espiar a Ginny en el vestuario de chicas) se cuela en el vagón de Slytherin y escucha como Draco alardea ante sus compañeros de que él tiene cosas más importantes que hacer que estudiar las asignaturas del curso.



Ya en Howarts, son anunciados los nuevos cambios en el profesorado, Horace dará pociones mientras que Snape impartirá la clase de defensa contra las artes oscuras, sisi, la que Dumbledore no le dejaba enseñar por miedo a que recayese en el lado oscuro…. Bueno, total, ya hemos visto que está de lado de Voldy… De perdíos al río.

La única buena nueva de esto es que al no dar Severus la asignatura de pociones pueden matricularse tanto Ron como Harry, es ahí donde nuestro protagonista encuentra el libro que da nombre a este capítulo de la saga y que, no solo lo hace destacar en una asignatura en la que siempre ha sido nefasto, si no que se obsesiona con cada apunte, con cada letra, con cada cosa que el príncipe mestizo escribió en su libro de pociones avanzadas.



Pero no nos desviemos del tema, vamos al turrón. Lo que mas marca de esta película es precisamente el pasado de Tom Riddle, los recuerdos que Dumbledore guarda en su pensadero sobre el mago malvado más poderoso de todos los tiempos. Es eso lo que hace destacar esta película sobre las demás, sacia nuestra curiosidad de ¿Cómo era Voldy de peque? ¿Tiraría del pelo a los niños en el patio del colegio? Pues casi casi… Aquí descubrimos que ya era un niño rarito y manipulador. La tarea de nuestro protagonista es sencilla: sonsacar a Slughorn un recuerdo manipulado sobre una consulta que le hizo Tom años atrás.



Para ello, y tras dos intentos fallidos, no dudará en usar la poción de Felix Felicis que ganó en su primera clase de pociones. Una vez ha conseguido ese recuerdo descubrimos que Riddle fragmentó su alma en siete partes para esconderlas en distintos objetos y así hacer que sea, en cierto modo, inmortal. Sin perder un instante, el director del colegio y él acuden a uno de los lugares favoritos de la infancia de Voldemort para conseguir uno de esos objetos y destruirlo.

Tras una escena digna del mismísimo Tolkien en la que bien podría ser Gandalf enfrentándose al Barlog, vuelven al castillo. Harry se esconde. Draco aparece en escena apuntando a Dumble con su varita. Se palpa la tensión. Nos agarramos a las butacas cuando el mago más grande de todos los tiempos se deja desarmar por un alumno. Y es ese momento, ese momento de toda película mala de sobremesa de antena3 en la que el malo desvela todo su plan malvado: cómo ha arreglado el armario evanescente de la sala de los menesteres, cómo ha traído a varios mortífagos a que arrasen el colegio y cómo Voldemort le ha encargado personalmente que lo mate…

No se a vosotros, pero a mí, esta escena me hace ver a Draco de forma distinta, le veo agobiado, preocupado por el futuro de sus padres. No está pasando un momento nada agradable, él no quiere hacer eso. LEAVE DRACO ALONE!!!

He aquí el problema, Draco no puede acabar la tarea que se le ha encomendado, menos mal que está Snape ahí para matar a quien lo protegió durante años tras su servicio en el lado oscuro, quien creyó en él, quien le dio una segunda oportunidad. Matando a lo más cercano que le quedaba a Harry de una figura paterna. Qué traición. Qué plot twist de manual!

Qué os puedo decir de este momento. La verdad es que lo leí antes de verlo y me desgarró el corazón del mismo modo en ambas ocasiones… ¿Por qué tanto dolor? Dios…¿es que no era suficiente con perder a Sirius? No… no puedo seguir… perdonadme…voy a por kleenex.

Emprendí mi camino con Harry Potter cuando cumplí 9 años, crecí viviendo sus aventuras, compartiendo sus problemas y sufriendo con cada pérdida. Y maduré con él. Por eso esta película es un antes y un después en la saga, olvidémonos del colegio, de los exámenes, de los deberes… ha llegado el momento de salvar al mundo y cumplir con el destino de ser EL ELEGIDO.

Por @Polichineva