Este verano hemos sufrido en casa la fiebre Harry Potter con unos cuantos años de retraso, cuando J.K Rowling triunfaba en las librerías, mis hijas todavía no habían nacido y hasta este año no se habían adentrado en la saga, y no fue por falta de insistencia por mi parte, pero ni caso. Hasta ahora ,que ha sido empezar y no parar y la mayor se ha leído los siete libros de un tirón (y el octavo también...) Así que gracias desde aquí a Belén, que nos prestó la colección ya hace dos años (!!), y aunque más tarde de lo previsto, nos hizo un gran favor :-).
Por supuesto, no tendría ningún sentido a estas alturas hacer un post sobre el universo Hogwards, ni sobre la Librería Lello, si no fuese porque justo este verano ha aparecido el octavo libro, que en realidad no es el octavo libro, si no un guión de teatro que nos cuenta cómo le ha ido la vida a Harry años después, casado, padre de tres niños y con un puesto de responsabilidad... porque por lo visto ser mago no te exime de la vida doméstica, ni de las adolescencias difíciles :-)
Así que el post va de este libro que todavía no ha salido en castellano, pero que lo vendían en inglés en Inglaterra y en algunas librerías privilegiadas en el resto del mundo. Una de ellas tenía que ser Irmaos Lello, en Oporto, por supuesto. La descubrimos hace años, cuando aún podías curiosear por ella sin tropezar con miles de turistas, y hasta tomarte un café tranquilo en la parte de arriba, siempre vigilada muy de cerca por alguno de sus empleados que de ninguna manera de permitían hacer fotos...
Desde que se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de la ciudad, esos mismos empleados no sólo te dejan hacer fotos si no que hasta son amables :-), previo pago de una entrada por entrar, claro (que luego descuentan de tu compra) y de esperar una cola de media hora para poder volver a curiosear por una de las librerías más bonitas del mundo.
Poco queda ya por decir sobre ella, de sus preciosas escaleras rojas, de esas estanterías con aire gótico, de los techos labrados, de sus lámparas... Era ya una visita indispensable sin la fama que le dio J.K. Rowling, que se inspiró en este lugar para crear algunos escenarios de Hogwards. Y desde luego no es difícil imaginarse dentro a cualquiera de los personajes, y al fin y al cabo, aunque me fastidie (y mucho) tener que esperar para comprar un libro, que a estas alturas se formen colas para entrar en una librería no deja de tener su encanto, ¿no?
Por que sí, a pesar de conocer bien la librería hicimos la cola, es lo que tiene tener una hija fan (tardía pero muy fan) que moría por tener el nuevo libro que no saldrá en España hasta finales de septiembre, y ya que hicimos la cola, os dejo la crítica (sin spoiler) de mi hija sobre "The cursed child", la última aventura de Harry, por si también tenéis fans por casa que están dudando si el libro está a la altura de los anteriores:
Aida al teclado: "Un octavo libro en parte no estaba bien porque son siete años de Hogwards, así que parece un poco comercial, pero por otro lado está bien para saber lo que le pasa a los protagonistas de los antiguos libros y cómo queda Hogwards después de toda la "historia" de Harry Potter.
Hay mucha gente a la que no le ha gustado porque es un guión de teatro, a mí personalmente me ha gustado bastante, es verdad que al ser una obra de teatro los efectos están limitados, pero sigue habiendo sorpresas y está bien volver a ver a los personales que has querido. Si eres fan, fan, el libro no decepciona en absoluto.
En mi opinión es un regalo, para los fans, para los que nos hemos leído todos los libros, para todos los que hemos seguido a Harry Potter en todas sus historias. Me gustó."