Tras nuestro último viaje, en el que os mostré mi ciudad favorita, la maravillosa Viena (que puedes recordar aquí), hoy os propongo una escapada doméstica a una ciudad española que es sobre todo conocida por su famosísima muralla: Ávila.
Esta bonita ciudad es una de las que se asienta sobre mayor altura en España, nada menos que 1130m en la sierra de Gredos y a los pies del río Adaja. Este hecho explica su clima, muy frío en invierno, y que se considerara un excelente enclave defensivo, de ahí la existencia de la citada muralla. ¿Os venís conmigo a visitarla?
Si visitamos la ciudad, lo ideal es acceder a su casco histórico, a través de la muralla, que cuenta con 9 puertas en sus algo más de 2500 metros de perímetro. Una vez dentro, podremos disfrutar de esta ciudad medieval, una de las mejor conservadas y que fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
Para aquél que lo desee, la propia muralla puede ser visitada tras pagar una pequeña tarifa. De este modo, podremos pasear por esta construcción medieval, contemplando tanto el interior de la ciudad como las vistas de los alrededores desde su privilegiada altura.
Una de las entradas a la ciudad medieval desde la muralla de Ávila.
Una de las primeras características que notaremos al pasear intramuros, es la notable presencia de Santa Teresa de Jesús. La conocida religiosa era originaria de Ávila, y su influencia queda constatada en la numerosa presencia de conventos y otros edificios de índole religiosa. En nuestra última visita, la ciudad se vestía para la ocasión con motivo de la celebración del quinto centenario del nacimiento de la religiosa, que se produce en el 2015, como ciudad participante dentro de la ruta de peregrinación "Huella de Teresa". Dicha ruta comprende diferentes ciudades donde Santa Teresa dejó su "huella" en forma de fundación de conventos.
Estatua que representa a Santa Teresa, en una entrada de la muralla.
Ruta "Huellas de Teresa de Jesús", conmemrando su quinto centenario.
Otra seña de identidad de la ciudad es la catedral del Salvador, que tiene como particularidad más reseñable que una de sus torres (denominada cimorro) se monta sobre la propia muralla, y cuya construcción comenzó en el siglo XII. También podremos realizar visitas al interior de la catedral, aunque actualmente no de manera gratuita.
Vista de la catedral del Salvador.
Vista lateral de la catedral.
En nuestro paseo por la ciudad medieval atravesaremos las plazas más conocidas de Ávila: el Grande y el Chico, cuyo nombre real es Plaza del Mercado Grande/Chico por ser tradicionalmente puntos donde se celebraba el mercado en diferentes épocas de la ciudad. Sobre "el Chico" se encuentra el Ayuntamiento.
Plaza del Mercado Chico.
En la Plaza del Mercado Grande, ubicada fuera de la muralla, aparte de algunos comercios y cafeterías se encuentra la iglesia de San Pedro, una de las más bonitas de la ciudad. A lo largo de nuestro recorrido, tanto dentro como fuera de la muralla, los amantes de este tipo de edificaciones disfrutarán de numerosos conventos, monasterios e iglesias de distintas épocas. Entre éstos podemos destacar el convento y museo de Santa Teresa, erigido sobre la casa en la que nació ésta.
Plaza del Mercado Grande, con la Iglesia de San Pedro.
Dentro de todos los edificios y monumentos que veremos, también destacan los característicos palacetes, algunos de los cuales son aprovechados en la actualidad para albergar distintos hoteles o, por ejemplo, el magnífico Parador de Ávila, impresionante lugar donde quedarse para aquellos que puedan permitírselo económicamente.
Ayuntamiento de Ávila, en "El Chico"
Por último, paseando extramuros obtendremos una preciosa panorámica con bonitas vistas de los alrededores de Ávila y de la sierra de Gredos.
Una de las vistas desde los exteriores de la muralla, con la ciudad y la sierra de Gredos.
Gastronomía
¡Y ahora viene mi parte favorita! Cada visita que realizo a cualquier lugar del mundo no es completa sin degustar algo de la gastronomía local. A pesar de que me gusta la comida de muchos sitios diversos, y que todas tienen algo que destacar y disfrutar, tengo que reconocer que en esto "me tira la patria", y la comida española es siempre de un nivel impresionante, y concretamente en Castilla León (y en Ávila no podía ser menos) destaca de manera especial.
Ejemplo de palacete reconvertido en hotel-restaurante. ¿Qué mejor lugar para disfrutar de una típica comida avulense?
Específicamente de Ávila son conocidos el famoso chuletón de Ávila y las no menos reconocidas yemas de Ávila (en su origen llamadas yemas de Santa Teresa), dulce hecho, como no podía ser de otra manera, a base de yema de huevo.
Aparte de disfrutar de estos platos típicos, son también característicos de la zona la judías de Barco de Ávila (pueblo cercano cuya visita recomiendo, especialmente en verano donde podréis disfrutar de un baño en el río), patatas revolconas, entre otros, regados con algún vino de la región. Será el modo ideal de recuperar fuerzas tras la visita a la ciudad.
Plaza del Mercado Grande.
Y con estos apuntes gastronómicos me despido por hoy. Nos veremos en el próximo viaje, en el que os mostraré la ciudad donde vivo actualmente en las frías tierras germanas, en la capital de Baviera.
El viajero