Un magnifico arranque en la primera hora de película que , sin mostrar nada truculento ni recurrir a hipérboles visuales, te dejan pegado a la pantalla.
Electrizante.
La tensión... Se palpa en la pantalla.
En los mitos germánicos, el momento anterior al Apocalipsis, en el que se trastocan los valores y caen las más altas torres, se conoce como "El tiempo del lobo".
Y en este escenario transcurre la vida de una familia de clase media (padre, madre y dos hijos) que huye de una catástrofe ocurrida en la ciudad, para refugiase en el campo.
Pero la cosa no empieza bien.
Les advierto que pese a que no hay escenas "reprobables" la película es dura de ver.
Bastante.
Este hijo de perra llamado "Michael Haneke" urga en nuestras entrañas con notoria habilidad. Como suele ser habitual en él.
Descorazonadora, aunque al final pierda algo de fuelle.
Me recuerda a veces el Ensayo sobre la Ceguera de Saramago.
No se si Haneke lo habrá leido... pero concuerdan en algunos puntos.
Pues la historia esta ubicada en un contexto apocaliptico en el que no hay respuestas.
Solo convivencia en extrema insalubridad y miseria.
El único objetivo de la historia... es desnudar la naturaleza humana en medio del caos y la anarquía.
Violencia, hambre, chantaje... muerte.
Haneke nos dice claramente (y consigue convencernos) que "la capa de civilización que nos recubre... es muy muy fina".
Sin duda.
Apenas un barniz, visto su trabajo.
En fin... Hacía tiempo que quería verla... y no se porque fué ayer.
Pero señores, tras verla no saben ustedes lo contento que estoy de estar "vivito y coleando".
Y de que haga el espléndido día que hace hoy.
Y para demostrar los expuesto, me voy a ir a buscar un buen caldo y me voy a marcar una Paella Valenciana de Leña para familiares y amigos... que no se la salta un torero.
Va por ustedes...!
Que tengan un buen fin de semana.
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