Es por eso que hoy no podía poner otra poesía que esta, por el significado que tiene para mí, porque a partir de hoy he cerrado otra etapa de mi vida y seguiré caminando hacia delante, ya que "al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar". Esto es un poco tempus fugit, tampoco quiero ponerme melancólica, pero es verdad que es el cierre de una etapa y el comienzo de la segunda mitad de mi doctorado con ciertos cambios.
Como sabéis, Joan Manuel Serrat se inspiró en versos de Antonio Machado para componer la canción "Cantares" (1969), que ya os puse una vez en el blog. Las estrofas de Antonio Machado son de su obra Campos de Castilla, de la sección Proverbios y Cantares. Antonio Machado fue un poeta sevillano de la Generación del 98 que seguro que habéis leído muchas veces, pero en este caso, Joan Manuel Serrat decidió mezclar los versos de este poeta con los suyos y componer esta preciosa canción, que al final también es un poema en sí, y que cobra significado para mí en un día como hoy:
Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse.
Nunca perseguí la gloria...
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso...
Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»
golpe a golpe, verso a verso.
¡Rumbo a casa sin mirar atrás!