Los Reyes Magos regalaron oro, incienso y mirra a Jesús
Lo que muchos desconocemos es que se trata de una gomorresina en forma de lágrimas, amarga, aromática, roja, semitransparente, frágil y brillante en su estructura. La mirra proviene de un árbol de la familia de las burseráceas que crece en Arabia y Etiopía. Se empleaba para elaborar perfumes y ungüentos, para tratar la ronquera, la disentería y como antiparasitaria.
Resina de mirra
La mirra tiene además numerosas propiedades medicinales. Es capaz de estimular la producción de glóbulos blancos. Útil en época de gripe estacional, catarros y resfriados (ayuda en casos de laringitis, faringitis, sinusitis y afecciones respiratorias). Ayuda incluso en casos de mononucleosis (la enfermedad del beso) y brucelosis (enfermedad transmitida al hombre por algunos animales). Pero también ayuda de forma externa. Cura y desinfecta heridas.
Constituye uno de los mejores aceites esenciales para relajarse y acompañar las meditaciones. Y es que su impacto sobre las emociones resulta asombroso, de ahí su uso habitual en aromaterapia. El misterioso regalo del rey Baltasar se puede encontrar en tintura, en polvo, aceite esencial, en infusión y en resina.
Aceite esencial de mirra
La mirra sirve para tratar también todo tipo de dolencias en la boca y garganta, así como afonía, amigdalitis, encías sangrantes, caries y curar y cicatrizar encías tras extracciones dentales. Por cierto, la tintura de esta planta no solo evita las picaduras de mosquitos, sino que también los mantiene alejados.
Quemada como el incienso, purifica el lugar proporcionando paz. Es un gran aliado para dormir bien. Miles de años después, la mirra, esa gran desconocida, sigue siendo una de las plantas medicinales con mayor número de virtudes.
Árbol de la mirra
La mirra se considera segura y no tóxica, aun así se desaconseja su uso en mujeres embarazadas, madres lactantes, niños y en los que planean someterse a algún tipo de intervención quirúrgica.
Ahora sí, ya conocemos algo más de esta planta. ¡Lo que sabían nuestros Reyes Magos, oye! Oro para la riqueza, e incienso y mirra para la salud. ¡Cuánto nos queda por aprender!
El viernes os espero en el primer aniversario de Relatos de tinta-e, pasaré lista.