La provincia de el Alentejo es una de las más grandes de todo Portugal. Comprende prácticamente la parte Sur del país, exceptuando la zona costera del Algarve por el Sur y la de los alrededores de Lisboa por el Oeste. Aunque no es la zona más turística de Portugal, encierra paisajes increíbles y joyas gastronómicas como su queso D.O. Alentejo, un queso cremoso de oveja símbolo del país.
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A pesar de la extensión de la provincia de el Alentejo, tan sólo se destacan algunas ciudades con Évora o Beja, siendo más representativos los pueblos, ideales para seducir a los turistas ávidos de tranquilidad. Además del encanto de sus pequeñas aldeas, que salpican un área donde las llanuras y campos de cultivo son mayoritarias, el Alentejo también destaca por sus playas oceánicas salvajes, indicadas para aquellos que quieran huír de la oferta de sol y playa más tradicional.
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Como monumentos principales de la provincia de el Alentejo, cabe destacar el castillo de Marvao, un pueblecito de casas blancas donde sobresale un enorme castillo altísimo con una gran fortaleza que aprovecha el relieve de la zona; el pueblo de Telherio, formado por pequeñas fincas de un blanco inmaculado que salpica un horizonte plenamente natural; y la riqueza arqueológica del Alentejo que deja huellas del paso del tiempo, desde la Prehistoria hasta el Periodo Romano con restos de ciudades, piedras megalíticas, mosaicos y otras obras de arte imprescindibles de visitar.
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Asimismo, en una zona en la que habitan menos de 800 mil personas, el principal atractivo reside en una naturaleza coloreada por un sol tostado que viste llanuras, embalses y playas de un color especial.
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