Estatua ecuestre de Francisco PizarroEn el centro de la plaza se encuentra desde 1929 la estatua ecuestre de Francisco Pizarro. Francisco Pizarro lideró la conquista de Perú y sus restos descansan en la Catedral de Lima. Está realizada en bronce y con un peso de 6.500 toneladas, es el icono de Trujillo y una de las imágenes más emblemáticas de Extremadura. Originalmente estuvo en París, donde la viuda del escultor la expuso antes de llevarla a su lugar de destino, elegido previamente tras un viaje a Trujillo justo para eso. Hay otras dos réplicas de la misma. Una está en Lima y otra en la ciudad de Búfalo en EEUU, lugar de nacimiento del artista que creo la estatua.
Iglesia de San MartínDe estilo tardogótico, con una sola nave pero de altura como las góticas. Empieza en el siglo XIV y se termina en el XVII. Tiene dos puertas: la principal que es renacentista y la conocida como la puerta de las limas, gótica. En este segunda puerta se reunían las autoridades antes de que se construyera el edificio del ayuntamiento para debatir y decidir sobre los asuntos de la ciudad. Fue construida con berrocal o como se le conoce comúnmente en la zona como grancho. Realmente es piedra de granito. Dentro quedaban los comerciantes que venían al mercado porque no querían darles posada en las iglesias del interior de la ciudad. El interior es un gran cuerpo, consta solo de una nave con tracería gótica, con pequeñas capillas entre sus contrafuertes, con una gran altura y destaca su cubrimiento con bonitas bóvedas de crucería estrelladas. El suelo está lleno de lápidas porque no hay cementerio hasta el siglo XVI. Destaca la virgen de la Coronada, del antiguo templo de los templarios. Es de talla románica y sorprende por su buena conservación. Destaca el Jerónimo de Vereda, el Cristo de la agonía de Juan de Mesa y el Órgano del siglo XVII.
Palacio de los marqueses de Santa Marta
se encuentra en la desembocadura de la calle Ballesteros hacia el lado norte de la plaza, fue construido a finales del siglo XVI y reformado en el siglo XVIII.
Casa de las Cadenas
Fue propiedad de los Orellana. Y tiene una anécdota curiosa, Felipe II durmió es esta casa y por ese hecho la casa adoptó el derecho a asilo, que se representa con una cadena justo encima de la puerta del Palacio.
Palacio de los Orellana Toledo o Piedras Alba
Se encuentra un poco antes de la desembocadura de la Cuesta de la Sangre, ordenado construir en el siglo XVI por el regidor de la ciudad, nieto de los Condes de Oropesa (de ahí el apellido Toledo). Es una obra de sillería del siglo XVI, de estilo renacentista castellano. Con una estructura de dos plantas, tanto la inferior como la superior tienen en sus fachadas galerías. En la superior se abre el cuerpo noble de la casa palaciega, en cuya fachada se abre un pórtico de cinco vanos de medio punto sobre pilares en cuyas enjutas, además de blasón de los Orellana, se alojan escudos de diferentes linajes trujillanos.
En la galería porticada inferior se ponían los comerciantes todos los jueves para ofrecer sus mercancías, al abrigo del edificio.
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