De anécdotas y locuras varias.

Un guapérrimo de verdad. Dibujo hecho por mi hija.

Hola!!!! Parece mentira pero el puente se acabó y ya estamos a martes.Espero que lo hayáis pasado muy bien. Nosotros lo aprovechamos mucho pero no hemos parado y he de decir que empiezo la semana un poquito cansada, menos mal que es cortita, jejeje.
Antes de seguir como siempre agradecer los comentarios y las visitas, y agradezco especialmente que leáis los artículos que me publican, me hace muy feliz. Gracias.
Hoy ya no me quedan premios que entregar, así que para que la entrada no sea muy aburrida se me ha ocurrido contar alguna de mis anécdotas con mis ídolos, esas cosas que me pasaban en la adolescencia y no tan adolescencia.Tengo tantas que es imposible resumirlas, muchas ya ni las recuerdo, pero solo pondré 5 para no aburrir.
En mi familia soy conocida por mi mal gusto, y quitando algunas excepciones los actores, cantantes o deportistas que me gustan son los que no gustan a la mayoría.¡Qué le vamos a hacer!
La primera anécdota que comparto es en realidad una tontería y para mí la menos graciosa,quiero ir de menos a más, pero bueno, aquí va. 
Yo soy fan desde los 12 años de Duncan Dhu, nadie entiende que esos chicos me parezcan guapos, especialmente el bajista, pero es así, yo los veo requetedivinos.
Cuando tenía 16 años fui a un concierto de ellos con mi hermana y la verdad es que desmadré del todo. Me pasé medio concierto intentado subir al escenario y ella sujetándome para impedirlo porque según ella me iban a detener y quedaría fichada, y en la lucha llegamos a caernos y todo, vamos, un cuadro.
Y cuando el concierto estaba para acabar Mikel me dio la mano(a mí y a un montón de ellas más) y en plena euforia juré no lavarme más.
Al salir del concierto fuimos al baño, y por acto reflejo me lavé las manos, y cuando me dí cuenta fue ya secándolas. Tenéis que ver como lloraba y la cara de mis padres al vernos salir, yo salir roja como un tomate y llorando, mi hermana con su peor cara de enfado jurando que no volvía a ir a ningún sitio con una loca.

Podía pasarme horas y más horas escuchándolos.

La segunda me ocurrió poco después. Por entonces también me gustaba un grupo que se llamaba New Kids on the Blok, que eran en plan One Direccion, y si, lo sé, ya está todo inventado.
Un día de aquella época al entrar en casa volviendo del instituto vi al grupo cantando en la tele, aunque ésta estaba sin sonido. Por entonces la casa de mis padres tenía un salón como en dos niveles y desde la puerta solo veías la parte donde estaba la tele. 
Al ver a mis ídolos cantando eché a correr con la absurda intención de arrodillarme frente a la tele para chillar a gusto, y no sé como me arreglé pero tropecé con una alfombra que siempre he odiado con todas mis fuerzas y para no caer me agarré a una mesa pequeña, pero caí de todas formas y encima volqué la dichosa mesa y además tiré de un cable, que no sé que pintaba allí, desconectando la tele, fue una hecatombe ruidosa y la mar de extraña.              Y al notar el silencio a mi alrededor, porque estaba todo extrañamente silencioso, me di la vuelta y en la otra zona del salón, la que no se veía desde la puerta, vi a mi madre con unos desconocidos de mediana edad y un chico como de mi edad que me miraban flipando. Parece ser que eran unos primos lejanos que estaban de visita, yo no sé ni quienes eran porque me levanté como un rayo, saludé y me encerré en la habitación y no volví a salir hasta que se fueron. Nunca entendí porqué no los oí al entrar, no creo que estuviesen en silencio, pienso que al ver la imagen de la tele mis otros 4 sentidos se anularon.
La próxima vez que esos señores volvieron, años después, yo estaba de viaje, afortunadamente.

Con ellos llegó la locura y mi ridículo.

Esta otra que voy a contar me la recuerdan muy a menudo. 
Estaba yo un día paseando con mi hermana en esos años en los que echaban Melrose Place, no sé si la recordaréis.
A mí me encantaba un actor que se llamaba Grant Show, que era el guaperas.
Ese día queríamos ir a mirar unos libros y caminábamos alegres y despreocupadas cuando de repente vi un cartel donde "leí" Grant Show en Gijón los próximos días, y ponían unas fechas. Y la foto era de una moto muy chula. 
Embargada por la emoción empecé a gritar que venía Grant Show, que lo iba a conocer y me iba a llevar a Hollywood. En medio de la calle empecé a tararear la música de la serie y saltaba y no sé por qué, me tiraba del pelo. 
De repente me fijo en mi hermana y la veo doblada, riéndose como una loca e intentando decirme algo pero no era capaz por la risa, así que la ignoré mientras seguía saltando.
Cuando por fin se calmó la muy bruja me dice; -Pero tú no ves que es Grand Show y no Grant Show, es un circo que hace acrobacias con motos, jejejeje- y sigue pariéndose de risa.
Tenías que haber visto mi cara de chasco.

Y yo que creía que lo iba a ver y que iba a perder la cabeza por mí...ayyyy.

Hace unos años vino el Real Madrid a Gijón y a mí me encantan Casillas y Cristiano, buenooo, y Xabi Alonso y como toda mi familia es del Barca siempre soy la gran dañada en las discusiones futboleras.
Cuando supe en qué hotel estaban fui a verlos salir, y a pesar de que ya tenía una edad y de que iba acompañada de hijos adolescentes al verlos empecé a chillar, y cuando Cristiano se subió al bus yo eché a correr en paralelo a él y a llamarlo, y para ilustrar mi estado de euforia os diré que la definición de mi hija a mis chillidos es; -Mamá, por favor, pareces un lagarto sin lengua dando gritos.
El caso es que cuando el bus arrancó yo lo seguí un rato porque iba muy despacio ya que había más locas como yo, y todo iba bien hasta que llegué donde habíamos aparcado el coche y resbalé en el barrizal que había en toda la zona y el impulso fue tal que llegué al final de la cuesta sentada.                     En el momento me dio un poco igual porque no había casi nadie por allí, lo que me fastidió fue que al levantarme vi a un poli de los que custodiaba el autocar riéndose con todas sus ganas, vamos que tenía un ataque brutal, y ahí si, me dolió el orgullo.
Y la última ya la conté en el blog de Fanny TT, que os recomiendo porque os reiréis muchísimo y pone unas fotos adorables.
A mí me gusta desde hace mucho un entrenador de fútbol que es de aquí de Gijón. Este año tuve una comunión y cuando llegué a la iglesia estaba toda la familia esperándome, como en El Padrino, móvil en mano para enseñarme todas las fotos que se habían hecho con el susodicho, que al parecer estaba en la comunión de una sobrina.
Entonces yo, como una loca, eché a correr para coger sitio en la iglesia al lado o cerca, y al ir dando zancadas sin mirar metí el supertacón que llevaba en una alcantarilla o algo así, no sé ni lo que era. El caso es que se me despegó todo el zapato y para mi fastidio tuvo que ir mi marido, que se rió de mí hasta que se hartó, (yo creo que fueron los celos, jeje), a unos chinos que estaba abiertos justo enfrente y comprar superglú para arreglarlos un poco.
El entrenador salió antes de que acabase la misa para evitar que lo persiguiesen y yo no me enteré porque estaba sentada en unas escaleras laterales esperando a que me secase el maldito superglú, descalza, of course. Y cuando se me pasó el enfado saqué dos conclusiones;
Las sandalias de zapaterías normales(me habían costado 35 â?¬ en rebajas, tan tan malas no tendrían que haber salido) no aguantan más de dos o tres eventos. Y el superglú de los chinos es tan bueno como el otro y muchísimo más barato.
Bueno, pues estas eran mis anécdotas, ya sé que tampoco son nada del otro mundo pero en mi familia se ríen mucho con ellas, mi hermana siempre me recuerda que quería ir a un circo de motos y chillaba de alegría en la calle, y el tema de la última comunión es ya la broma familiar del año.
Y vosotros,¿tenéis anécdotas graciosas con vuestros ídolos?¿Fuisteis adolescentes(y no tanto) de ídolos, póster y demás o erais más bien tranquilitas?
Bueno, nos vemos mañana miércoles y espero ansiosa vuestros comentarios, seguro que me río un montón.
Mil gracias por leerme.