9 años se ha tenido que esperar para que uno de los mejores guitarristas del Rock progresivo volviese a sacar un nuevo álbum a la luz. David Gilmour vuelve a demostrar su talento como compositor regalando un gran álbum como es su cuarta obra, "Rattle That Lock". El cual ha puesto todos los ingredientes para que refuerce su carrera, ya muy lejana de los Pink Floyd. Un disco que define a la perfección la trayectoria de Gilmour y por la cual, y para quien sea la primera vez que escucha a Gilmour en solitario, se encontrará con un disco de amplias melodías ante unos riffs muy trabajados y una estética que ira cambiando en cada canción. Así cómo cambiaba su visión de la música a través con el tiempo y sus cambios constantes. El disco que ira de las guitarras eléctricas, sampleadas, pasando hacia las acústicas, llegaran a formar un gran circulo vertiginoso, donde la voz no le hará ningún feo y en algún momento nos devuelva la magia hacía sus discos más añorados, dentro y fuera de Pink Floyd. Aquí es donde recalco la canción que más he tenido presente a la hora de hacer mi reflexión sobre la nueva criatura que ha dado Gilmour, ante un mundo deseoso de volver a oír cosas nuevas, canciones que traigan el verdadero valor y marca de Gilmour, "Faces of stone" es un tema de muchos cambios produciendo una sensación muy relajante, con tan solo unos compases al piano y como introduce la guitarra, con la fuerza de su voz rasgada, la cual, se haya gastado con el paso del tiempo, es sin duda una de las más presenciales dentro del Rock. Es un tema que suena a cabaret a la forma de visualizarla, suena añoranza, en él está el pasado de un música que la volvió a convertir en un presente muy vivo. Como cambia la canción con el paso de las notas y la va introduciendo muchos elementos, y un solo que es de esos que siempre tendría que haber estado en cada composición e Gilmour. Y creo que siempre estuvo.
Rattle That Lock es una mirada hacia un mundo que se está autodestruyendo, hacia una civilización que se está deshumanizando y así hasta que algún momento lleguemos a destruir todo lo bonito que haya podido crear el propio planeta. Así como nos muestra en su propia portada, el paso de un hombre soltando, o dejando a su rastro una espantada de cuervos, como si simbolizase que dejamos todo nuestro lado más oscuro. Aquí es donde encuentro esa esencia que siempre ha sido caracterizada por el propio Gilmour, su música es una visión de lo que siempre ha sido, actualizándola en cada momento. Con temas como Dancing Right In Front Of Me, un tema confeccionado con varios guiños hacia el Jazz, estilo en el que se basara para componer "The Girl In The Yellow Dress", en el cual improvisa un piano dejando una canción en la que se ha trabajado mucho detalles y en la que te demuestra que el propio Gilmour sabe perfectamente con quién se tiene que rodear, en lo que se refiere a sus acompañantes en un estudio de grabación, o en una gira. El disco en sí ira dejando en algunas ocasiones la cara más rockera del guitarrista apostando por las nuevas tecnologías, en las que dibuja de New Age y sintetiza sin perder la esencia del principio del álbum, encontrándonos con "Beauty".
En definitiva, Rattle That Lock es un gran álbum que pondrá al guitarrista en lo más alto, su gira que le está llevando por todo el planeta, ya en si es un toque en el que muestra que todavía le queda cuerda para poder afrontar un escenario, el cual espero que tarde muchos años en abandonar.