Nuestro viaje fugaz sólo tenía un propósito, hacer el Etna, que no pudo ser por la climatología.
Sicilia es mucho, hay mucho que ver y que disfrutar, nos quedó por ver: Cefalú, Agrigento, Siracusa y Toarmina entre otro pero entre que no teníamos coche y tenía pocos días nos ceñimos a visitar Palermo y Catania.
¿Cómo ir de Catania al aeropuerto?
Lo más práctico es el autobús, nuestra estancia en Catania fuer cerca de la estación de autobusés, pensamos en la cercanía a la hora de coger el autobús al Etna y el autobús al aeropuerto.
La estación de tren y autobuses está al lado.
El aeropuerto está a unos 7 kilómetros de la ciudad y el autobús tarda unos 20-30 minutos y sale cada 20 min de la estación de autobús. Cuesta 4€ y dura 90 min, interesante si vas del aeropuerto a Catania.
Nuestro último día lo dedicamos a pasear por la ciudad, tranquilamente. Oli se subió a cada rincón que encontró.
Fuimos a un mercadillo que había en el centro y compramos unos adornos de navidad.
Entramos en la Cripta de San Gaetano, la entrada cuesta 2€ pero no merece la pena, bajas unas escaleras y subes.
De allí nos fuimos a las ruinas del Anfiteatro Romano, estaban cerradas y no se podía acceder a su interior.
Andamos por la vía Etnea, dicen que es el mejor punto para ver el Etna y llegamos al Parco Maestranze dónde efectivamente las vista no defraudaron. Un buen rato con los prismáticos observando esa maravilla.
Pasamos por la Puerta Uzeda y llegamos a la catedral.
Hoy repetimos la visita a la Chiesa della Badia di Sant’Agata para ver el Etna, pero no pudimos ver su lava, es de lass mejores vistas que puedes encontrar en Catania.
Llegamos al Palazzo Biscari, yo quería entrar pero cerraban en 10 min, otra cosa más que ver para la próxima visita.
Hoy comemos en casa, hay muchas tiendas que venden comida preparada, hoy tocaba hacer uso de ellas.
El final del viaje llego, con mucha pena nos vamos a Madrid.