Dormimos de maravilla. Desayuno con panettone y nos vamos a terminar de conocer la ciudad. Mañana por la mañana salimos para Catania.
Nuestro día comienza en la Porta Nuova muy cerquita de nuestra casa.
Ayer paseando vimos en frente de la fuente Pretoria una pastelería, la pastelería más antigua decía y hoy queríamos saber a que se refería. Esta pasteñería es parte de la Chinese de Santa Catalina, la pastelería esta en su interior, es un convento y se puede subir al tejado sin duda de las mejores visitas que se puede hacer en Palermo.
El precio de los psteles un poco caro pero merece la pena tomarse el café en el claustro.
Hacía tan bueno que fue una parada súper relajada.
La Iglesia es preciosa por dentro.
Entrada de iglesia y terraza 7€.
Paseando llegamos a la Concatedral de Santa María del Almirante (Martorana), sólo abren de 9 a 13 horas. Desde el 3 de julio de 2015 es parte del Patrimonio de la Humanidad.
Fuimos paseando y llegamos a la calle de las cuatro fachadas, i quattro canti Estaba en obras y deslucía un poco, pero cómo referencia es un punto bonito por el que pasar.
Cómo nos encantan los mercados, fuimos al Mercato Vucciria.
Es muy pequeño pero comimos de maravillosa ración de fritura de pescado qué nos hicieron en el momento. Tú eliges el pescado, lo pagas y te lo frien.
En este mercado se encuentra la Taverna Azzurra. (Via Maccherronai, 15) es un sitio muy típico dónde tomar alguna bebida.
Nuestro objetivo era llegar a la estación de autobuses para comprar el billete para mañana a Catania y saliendo del mercado nos encontramos con el centro comercial Rinascente, puedes subir a la última planta y ver una panorámica de la ciudad.
Llegamos hasta el puerto e hicimos otra parada.
LLegamos al Oratorio de San Lorenzo, la entrada son 2€ pero con el carnet de prensa es gratis. Al entrar te sorprende el recinto, es muy pequeño pero en el frontal esta la reproducción de la Natividad con San Francisco y San Lorenzo de Caravaggio.
Compramos los billetes de autobus, para ir a Catania puedes ir en tren o en bus pero lo más rápido sorprendentemente era el bus.
El Teatro Massimo me encantó por fuera, no llegamos a entrar porque lass visitas guiadas ya habían terminado, pero creo que merecía la pena visitarlo.
A las 21 horas teníamos entradas para el teatro de marionettes Pupi pero nos devolvieron el dinero a falta de personal. Cómo estabamos sólos nos dejaron tocar lass marionetas, entrar al escenario, fue divertido.
Un 10 a Palermo, nos ha encantado.
Nos podían faltar por supuesto los helados.