El otro día recibí carta.
Pepa vive en Berlín desde hace ya un largo tiempo, y conoce la ciudad como la palma de su mano.
Dejó Asturias para mudarse con su Pepe, un alemán bien majo. Desde entonces vive con pasión Alemania, a la vez que ejerce de profesora y nos pone los dientes largos con todos esos maravillosos planes que cuenta en su blog EIN TAG MIT PEPA.
Cuidadella de Spandau
Os confieso que Pepa me cae especialmente bien porque es una gran amante de los animales y las plantas, además de pirrarlen los trapitos. Visita museos como una loca y come cupcakes en cafeterías preciosas. Además, siempre me dice que coincidimos en gustos respecto a peinados...
Pero lo que más gracia me hace de ella es que confiesa que ya está totalmente alemanizada. Ha abrazado los principios absolutos de ser puntual y beber cerveza. Adoro que lo cuente así de natural, dejando a un lado prejuicios.
Jardín Botánico de Berlín
El caso es que Pepa habla mucho de lo tanto que disfruta del Berlín que está fuera de la típica visita turística.
Yo visité la ciudad durante una escapada de finde hace ya varios años, pero tengo pendiente volver en cuanto de disponga de presupuesto. Por eso, no pude pensar en nadie mejor para que diseñara para Antojada una VISITA FLASH A LA CAPITAL GERMANA.
Quizás, como yo, estéis buscando un destino con guía rápida incluida...
Si es así, ¡estáis de suerte!
Querida Antojada,
Aunque sé que ya conoces Berlín de manera fugaz, voy a proponerte unos planes de esos que tanto te gustan, de los que no salen en las guías turísticas y los que no podrás rechazar. Deseo que disfrutes por un día de mis rincones favoritos berlineses y si es en buena compañía mejor que mejor.
Lo primero de todo, te recomiendo que reserves un hotel en la emblemática avenida Kurfürstendamm los berlineses la llamamos Ku´Damm, y me encanta pasear por ella. Es una zona que está bien cuidada y se llega en tan solo veinte minutos desde el curioso aeropuerto Tegel con la línea regular de autobús 109. Podría decirse que es mi Berlín particular, pues toda mi vida gira alrededor de esta avenida. Es el centro comercial y cultural de Berlín Oeste, y concretamente está en el barrio de Charlottenburg, uno de los más adorables y coquetos de la ciudad. ¡Bienvenida a mi Berlín!
09:30 El primer día te recomiendo que te levantes temprano y cojas un café para llevar: Kaffee zum mitnehmen, bitte! Prepárate para zapatear la milla de oro berlinesa Ku´Damm. Yo que tú empezaría el paseo aproximadamente a la altura de la plaza Olivaer Platz, dirección Tauentzienstraße. Las líneas de autobús M29 y M19 recorren la avenida de un extremo a otro, por si te entra el cansancio. Pasearás por delante de las tiendas más divinas, escaparateando sin parar. Pero no hay nada como hacer una pausa en tu camino y tomar una tarta casera en la adorable cafetería AnnaLee que se encuentra en una callejuela paralela. Es un lugar especial, muy vintage y con muchísima personalidad.
Avenida Kurfürstendamm. Cafetería Anna Lee.
11:00 A medida que avances verás que las tiendas se van haciendo más asequibles y que el contraste entre los edificios es cada vez más notable.
Entra en Butlers, mi tienda de decoración alemana favorita. Y tú que eres tan coqueta como yo, saquea la droguería alemana Dm. Aquí todos los cosméticos están mucho más baratos y hay infinidad de productos, me encanta la sección de cosméticos en tamaño viaje: ¡me podría pasar horas allí metida!
12:30 Camina y camina, hasta que te encuentres con la parada de metro con el nombre de la calle protagonista de nuestro día: U-Kürfürstendamm.
Ya estarás en la Neues Kranzler Eck, famosa por el contraste entre lo moderno y lo antiguo, y uno de los puntos más emblemáticos del Berlín Oeste.
Aquí tienes un mapa de ella. En el centro ves que hay un "Volierengarten", ¿no? Se trata de un mini jardín con unas jaulas enormes llenas de coloridos pájaros. No te la pierdas y aprovecha para descansar un poquito que el día es largo...
La tienda del hombrecillo del semáforo berlinés llamado Ampel Mann es muy simpática y te pilla de camino. Pero donde tienes que ir, es a una tiendecita muy apañada de adornos de Navidad que se llama Käthe Wohlfart y está justo enfrente. Lo curioso es que los vende todo el año, así que aprovecha para hacerte con un cascanueces o alguna bola chulísima para colgarla en tu próximo árbol navideño.
Tienda de recuerdos en Tauentzienstraße. Volierengarten y hombrecillo del semáforo en Neues Kranzler Eck.
14.00 Si te entra el apetito, pásate por el Vapiano. No me pueden gustar más sus ensaladas o platos de pasta fresca que te preparan en directo y además a muy buen precio. Sé que el interior te encantará, no te digo más...
Neues Kranzler Eck. Restaurante Vapiano. Tienda Käthe Wohlfahrt.
16. 00 ¡Y por fin, la conocerás: tengo adoración por ella! Se trata de la Iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächtnis-Kirchen.
Esta no es una iglesia cualquiera, porque le falta un trozo. Sí, estás leyendo bien, durante la Segunda Guerra Mundial fue bombardeada y si te fijas bien en la torre principal verás sus consecuencias. ¡Pura historia!
Cuando estés en plaza Breitscheidplatz, y si mirás al otro lado de la calle verás un edificio muy retro: es el Bikini Berlin. Camina derechita a él porque es el centro comercial más innovador que conozco, nunca te imaginarías nada igual.
Curiosea y tómate algo a media tarde en alguna terraza de su azotea. ¡Las vistas son fantásticas! A un lado, la estrella Mercedes girando desafiante encima de un tosco edificio protagonista en alguna escena de la película "El cielo sobre Berlín" y al otro lado: ¡el Zoo! .
Iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächtnis. Centro comercial Bikini Berlin. Zoo de Berlín.
17. 00 Llegados a este punto, puedes elegir entre hacerle una visita al interesante Museo de Fotografía Helmut Newton o seguir la aventura entre gorilas, rinocerontes y compañía.
El Zoo de Berlín forma parte del famoso y amplio parque berlinés Tiergarten y es uno de los parques zoológicos más prestigiosos del mundo. ¡No te podría decir la de veces que fui!
21.30 ¡Sí, sí, lo sé... es un no parar!
Ponte bien guapa y dirígete a la animada Savigny Platz. Allí os espera una mesa reservada en uno de mis restaurantes franceses favoritos: se llamaBrel.
Los fines de semana hay música de piano en directo y no me imagino otra forma mejor de acabar el día, que con una buena copa de vino a la luz de las velas mientras recuerdas las curiosas aventuras berlinesas.
¡Gute Nacht!
Ya me contarás, ¿eh?
Un beso, Pepa
Pepa en el Zoo