Estos niños nacieron con el talento en la sangre, y eso los ha llevado a ser reconocidos a nivel mundial. El mercado del arte pide sus obras, así que ellos felices de expresarse en el lienzo. Alcanzan a recibir hasta 30.000 dólares por obra, son comparados con Kandinsky, Pollock y Monet.
Aelita André.
Con solo nueve meses, Aelita (Australia, 2007) gateaba hasta los tarros de pintura de sus padres (los dos son artistas) y empezaba a pintar. Siempre le ha gustado el arte y ha asegurado frente a los medios que podría pasar las 24 horas del día pintando. Trabaja con acrílico, usa escarcha y los expertos aseguran que su trabajo podría incluirse dentro del expresionismo abstracto y el surrealismo. En 2011 se realizó su primera exposición, y sus pinturas costaban unos 10.000 dólares. Ahora su obra es exhibida en Nueva York y antes de que se abrieran las puertas de la muestra ya había vendido obras en 25.000 dólares. “Es sorprendentemente talentosa –asegura Angela Di Bello, dueña de la galería Agora, que expone su obra–. Su mente trabaja de la manera en la que trabajaría un artista maduro o un crítico. Es una intelectual y lo siente todo”.
Marla Olmstead.
Los expertos describen sus pinturas como expresionismo abstracto, y cada una de ellas tiene un valor de miles de dólares. Marla (Estados Unidos 2000) hija de un pintor aficionado, comenzó a pintar a los dos años cuando su padre le dejó pinceles y grandes lienzos tendidos en el suelo. Para sorpresa de todos, su producción grafoplástica parecía acercarse, inesperadamente a artistas de la talla de Pollock, Kandisnky o Klee. Anthony Bruneli, galerista del norte del estado de New York, de donde es oriunda la familia, se interesó por los cuadros de Marla, y expuso la obra de la niña, que ya tenía cuatro años en mayo de 2004. Vendió sus obras a precios que oscilaban entre los 20.000 y los 30.000 dólares. Fue una de las primeras niñas genio del arte, y los críticos admiraban su trabajo por la capacidad que tenía Marla de cubrir el lienzo con varias capas de pintura sin dejar espacios blancos, como suelen hacerlo los niños.
Kieron Williamson
Kieron (Inglaterra, 2002) según los medios, es un niño prodigio y se ha afirmado que tiene gran capacidad pictórica y un avanzado conocimiento en la perspectiva y el sombreado. En 2008, con cinco años, pidió una libreta para dibujar los barcos de un puerto cercano a su casa y desde ese día no ha dejado de pintar. En 2009 se abrió su primera exposición y en 14 minutos cada una de sus obras habían sido vendidas. En 2010 presentó su segunda muestra, por la cual recibió alrededor de 230.000 dólares. A partir de ese momento empezó a adquirir fama internacional, especialmente por sus acuarelas, y ya ha vendido obras en 35 países del mundo.