La calidad de sus construcciones ha hecho que tantos siglos después, algunas de ellas se mantengan de manera sorprendente. A continuación, repasamos algunas de las ruinas romanas mejor conservadas sin contar la ciudad de Roma.
Pompeya
Ciudad de la Antigua Roma, cuyos restos se encuentran cerca de la actual ciudad de Nápoles. Durante el mandato del emperador Tito, la erupción del volcán Vesubio, sepultó las ciudades de Pompeya y Herculano en el año 79 d.C.
Las nubes de ceniza y los vapores de azufre han contribuido a conservar casi intactos muchos de los restos de la ciudad. En la actualidad se mantienen importantes edificios como el Foro, el Templo de Isis y el anfiteatro, y muchas casas particulares conservan sus estancias, jardines y pinturas murales.
Emérita Augusta
Hoy es la ciudad de Mérida en España. Fue fundada en el año 25 a.C. por el emperador Augusto, como ciudad de retiro y descanso para las tropas que habían luchado en las guerras cántabras. Su crecimiento fue importante, llegando a tener 50.000 habitantes y a ser la capital de la provincia Hispánica de Lusitania. Todavía se conserva la muralla, el teatro, el anfiteatro, el circo, las termas o el arco de Trajano.
Palmira
La actual ciudad de Talmor en Siria, conserva uno de los mejores yacimientos romanos de Oriente. En el año 41 a.C. los habitantes de Palmira huyeron de las tropas de Marco Antonio, y ya como provincia romana, la ciudad prosperó como uno de los importantes enclaves de la ruta de la seda.
Los principales atractivos de este destino turístico son el Templo de Bel y la gran columnata de más de 1.000 metros de longitud.
Cartago Nova
La ciudad de Cartagena en España fue fundada en el 227 a.C. por el general Asdrúbal. Se cree que se fundó sobre un antiguo asentamiento ibérico, se eligió esta zona por su riqueza en plomo, plata y zinc y por su salida al Mar Mediterráneo.
Los restos arqueológicos más importantes de Cartago son el teatro, las termas, el foro romano, la torre ciega o la muralla púnica. Algunas de ellas en un estado de conservación magnífico.
Leptis Magna
Esta ciudad de Libia pasó a manos romanas en el año 146 antes de Cristo. Su expansión llegó bajo el mandato del emperador Septimio Severo a partir del año 193 d.C., nacido en esta ciudad se volcó mucho en el desarrollo de la polis y para ello realizó grandes construcciones que se mantienen hoy en día. Algunos de las más importantes son el teatro, el anfiteatro y el mercado romano.