Quiero hacer un pequeño homenaje a un medio que en aquellos años nos acompañó y nos entretuvo.
Los programas de radio de antaño, además de informar, estaban dedicados a entretener, por aquel entonces triunfaban las radionovelas, una de las más recordadas y que más éxito obtuvo fué "la Saga de los Porretas" narrava las aventuras del abuelo Segismundo, era una referencia diaria en los desayunos, recuerdo que la emitían sobre las 8:00 de la mañana y que no me iba al colegio hasta haberla escuchado enterita mientras desayunaba junto a mi madre en la cocina una buena taza de cola cao y un delicioso donuts o cuerno de chocolate, la emisión sólo duraba diez minutos que sabian a muy poco, pero empezabas las mañanas con humor y alegría.
Otro de los programas que más recuerdo y que fue muy entrañable fue "El consultorio de Elena Francis" , seguramente muchos de aquella generación os acordareis de él, era un consultorio sobre todo sentimental, aunque también había espacio para los temas de salud y cocina, en la que la gente escribia cartas contando sus problemas y pidiendo consejo a la supuesta Elena Francis, esta leia y contestaba las cartas a través del micrófono todas las tardes sobre las 17:30.
Recuerdo aquellas tardes en que salia disparada del colegio para llegar a mi casa a escuchar el programa, en el cuarto de estar (que por entonces se estilaban mucho) escuchábamos el programa mi madre y yo, mientras ella cosia y yo merendaba un rico bocadillo de Nocilla de dos colores, o de tulipán con chorizo pamplona.
Es una lástima que hoy en día no haya programas como aquellos, que enganchen y entretengan a los radiooyentes y que nos hagan desconectar por un instante de las malas noticias diarias.
Por supuesto en este recuerdo, no pueden faltan los anuncios históricos de la radio, como "el Flan chino Mandarín, el Cola Cao, aceitunas la Española y un largo etc.."
Se debería escuchar más la radio y emitir programas como aquellos, lógicamente adaptados a los años que vivimos, pero sin tanta política y tanta crispación como hay ahora en la programación diaria.
En definitiva, la radio es un recuerdo muy importante de mi niñez y adolescencia.