Para mí, el juego de los juegos es el Trivial, que ha pasado de generación en generación desde hace años consiguiendo ser el más atractivo, al menos cuando juegan personas de la misma edad y de similar nivel cultural. Lo mejor de éste: los ‘piques', no se trata sólo de ver quién sabe más, sino también de tratar de engañar al otro equipo y de ver quién es capaz de hacer más ‘piña' con sus compañeros a la hora de escoger una única respuesta verdadera. Y lo mejor también es que, a pesar de estar muy ligado a la actualidad, no se pasa de fecha... y hasta diría yo tiene algo de fetiche eso de jugar con el Trivial de los 90 y tener que hacer memoria de lo que pasaba por el mundo por aquel entonces, ¿no creéis?
Otro de los clásicos para pasar una buena tarde de risas en grupo son los divertidos Tabú, Pictionary, Party..., que sacan nuestro lado más desinhibido y artístico para tener que interpretar, pintar o explicar a nuestros compañeros una determinada palabra o situación. Lo cierto es que lo que ha hecho grandes a estos juegos es el hecho de ver al otro interactuar, quien gane o pierda es algo bastante secundario.
Igual de emocionante es echar una partida al Monopoly, eso sí, a mí que no me cambien el formato antiguo con las calles de Madrid. Este juego sacará tu lado más avaricioso, queriendo dejar a tus seres queridos en la más oscura bancarrota. No apto para conformistas, necesitarás mucha ambición para ganar.
Para tardes más pausadas, tenemos un juego que nunca se pasa de moda y que demostrará la habilidad de aquellos más ilustrados. Hablamos del Scrable o Intelect, con el que se pueden pasar largas horas de diversión intentando formar las palabras más largas posibles y encontrar un hueco para insertarlas en ese tablero que nos hará ganar puntos por encima de nuestros rivales. La suerte no lo es todo en este juego, pero sacar las letras adecuadas ayuda, y mucho.
Y para ti, ¿cuál es tu favorito?