En plena Sierra de Urbión encontranos la Laguna Negra. Uno de los lugares más famosos de la localidad Soriana por la belleza y las leyendas que giran en torno a sus aguas. La excursión perfecta para desconectar de la ciudad ¿te apuntas?
La Laguna Negra de Urbión
De origen glaciar y con una altitud de 1.753 metros, recibe el nombre por el color de las sombras proyectadas de los árboles y los monumentos rocosos que la envuelven. Aunque a pie de lago no se percibe, conforme ascendemos el monte la oscuridad se adueña de su color natural.
La Laguna Negra desde el sendero
Un sendero de madera delimita el margen de la Laguna. Si continuamos la señalización en dirección al Pico de Urbión, podremos ascender por las rocas y visualizar una panorámica hermosa del lugar.
Su visita es recomendada en cualquier estación del año. Aunque en verano es más sencillo y seguro acceder hasta ella, está bastante más transitada. Sin embargo, quienes la visitan en invierno (con unas buenas botas para evitar resbalones) destacan la magia que proyecta la laguna helada con el paisaje cubierto de nieve (bien es cierto que ascender al Pico de Urbión en esta temporada me parece arriesgado si no disponemos de experiencia previa en escalada).
Vista de la Laguna Negra desde el "mirador" natural
Curiosidades
La Laguna negra es el escenario donde se desarrolla la leyenda de “La Tierra de Alvargonzález” de Antonio Machado. Unos versos que narraron la historia de un crimen y llenó de misticismo sus aguas.
“y en la laguna sin fondo,
que guarda bien los secretos,
con una piedra amarrada
a los pies, tumba le dieron.”
Estos versos fundamentan la creencia popular de que la Laguna Negra no tiene fondo. Sin embargo, la profundidad de sus aguas oscila entre los 8 y los 10 metros.
Dicha leyenda fue llevada al cine en 1952 de la mano de Arturo Ruiz Castillo. Largometraje que tiene por nombre el mismo del lugar: La laguna negra.
La vegetación de la Laguna
Cómo llegar
La laguna se encuentra a apenas 50 km al norte de Soria.
El acceso se realiza por Vinuesa a través de la carretera SO-830. Hay aproximadamente 10 km hasta llegar al desvío.
Es muy cómodo llegar con coche, pues la zona dispone de un aparcamiento (con un coste de 4€ por vehículo) un par de kilómetros antes de llegar a nuestro destino. El resto del recorrido hasta llegar a la laguna se realiza mediante un camino asfaltado de 2km al que se puede acceder en vehículo privado en los meses de otoño e invierno.
Si prefieres ahorrarte este paseo a pie por la sierra, puedes coger un autobús desde el parking hasta el fin del camino (unos metros antes de la laguna). No recuerdo el precio exacto, pero es inferior a 3€.
También puedes realizar una ruta de senderismo completa accediendo a la sierra a pie desde cualquiera de los pueblos cercanos como Vinuesa o Covaleda (12km de ruta aproximada).
En la Pista forestal camino a la Laguna Negra, un poco antes de llegar a Vinuesa, se encuentra la Casa del Parque. Es un recinto-museo donde podemos conocer más la historia, flora y fauna del lugar.
La Laguna desde el sendero
Dónde dormir
La primera opción es pasar la noche en los pueblos que rodean la zona. En ellos encontramos sin problema algún hostal y restaurante donde descansar cómodamente además de hacer turismo.
Su proximidad con la capital soriana hace de este un lugar idóneo para hospedarse. Además aunque la Laguna Negra es ideal para ser visitada en una excursión de día, siempre puedes combinarla con una visita a Soria como escapada de fin de semana. Te recomiendo esta ruta por la Ribera de río Duero a su paso por Soria, no puedes pasar por la localidad sin hacerla.
Si lo que realmente deseamos es seguir en contacto con la naturaleza, podemos acampar en los lugares habilitados. En este mapa os facilito la localización de algunos camping cerca de La Laguna Negra:
Nosotros visitamos el parque natural en Julio. Aunque no íbamos preparados para hacer deportes de montaña, no nos supuso ningún problema llegar hasta la laguna y subir el sendero para observarla desde el "mirador" natural.
Es una escapada recomendadísima para relajarse y oxigenarse del estrés urbano. ¡Prometo que no te dejará indiferente! ¿La has visitado?¿Qué lugares similares conoces?
Nos vemos en la próxima aventura, pero hasta entonces recuerda:
Viaja et verba.