Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore desde el interior
Frida Kahlo
Como una mano helada que se posa en tu frente en mitad de la noche aparece la depresión en la vida de algunas personas, durante un tiempo indefinido viven una situación de angustia y desolación ante la vida sobre que la que se cierne una explicación incierta. El Demonio de la depresión, de Andrew Solomon, es un libro revelador y terapéutico en el que se intenta dilucidar de una forma amable y tremendamente cercana el drama de la depresión en el mundo desde muy diversas perspectivas, lo que le permite al lector adquirir un concepto amplísimo de la enfermedad y, en cierto modo también, el de una prevención personal. El autor, que ha padecido la enfermedad durante más de veinte años y aún hoy en día sigue medicándose para tratarla, habla en primera persona de su traumática experiencia, nos adentra con una sorprendente luminosidad en una zona oscura del corazón humano, un lugar donde las palabras reconfortantes no alcanzan su poder y donde la mente pierde identidad y fuerza. El racismo, la homosexualidad, la difícil vida de la mujer en el mundo o las apariencias son algunos de los interesantísimos temas que aborda este revelador libro, cuya agradable lectura nos ilustra sobre la conducta humana.
Hay 350 millones de personas con depresión en el mundo, un dato que abruma y que invita a la reflexión: ¿Por qué? ¿Por qué hay tanta gente deprimida? El libro de Andrew Solomon indaga profundamente sobre este mal que nos acecha y que se va extendiendo. Vivimos en una sociedad (al menos en los países más avanzados) llena de comodidades y avances tecnológicos que hacen nuestra vida mucho más fácil que en otras épocas, por qué entonces las personas no se sienten bien, qué ocurre en la mente de una persona que prefiere quedarse en la cama en lugar de disfrutar del sol del día; no es fácil dar una explicación a tales situaciones, pero la realidad es que ocurren y con mucha frecuencia. En sí misma, la depresión es una enfermedad estigmatizada, nadie quiere confesar abiertamente que la padece o ni tan siquiera reconocer cuando se encuentra triste. Actualmente, la idea de felicidad está muy extendida, hasta tal punto que poco a poco va perdiendo su definición verdadera y sus límites ya difusos se confunden con una publicidad estúpida que exacerba hasta la extenuación la juventud perfecta y las situaciones de felicidad extrema e imperecedera, ambas circunstancias, además de banales, son imposibles de mantener en el tiempo; de hecho, la felicidad no es el único estado posible para el ser humano, la mente necesita descansar hasta de la felicidad misma para poder disfrutar de ella. Vivimos en una época en la que “aparentemente” es fácil elegir qué sentir y qué no sentir, las personas analizan constantemente su mente y rechazan sus propios estados de ánimo; y esto es lo que de alguna manera nos lleva a deprimirnos, coartamos nuestros pensamientos y eso nos abruma, pues es difícil luchar contra la propia conciencia.
Resulta de lo más absurdo y ridículo que un mortal se empeñe en conseguir la felicidad perpetua en esta vida
Robert Burton
Anatomía de la Melancolía
Se puede padecer depresión por muchas razones y todos podemos pasar por ella en algún momento de nuestra vida. La obra de Solomon desmenuza los distintos motivos y cómo podemos hacerle frente y tratarla, despojándola de sus estigmas y vergüenzas, estar deprimido no es sinónimo de debilidad, ha habido a lo largo de la historia muchas personalidades que la han padecido y que, sin embargo, han logrado grandes hazañas para la Historia. Digamos que padecer depresión es como permanecer en un estado crepuscular durante un tiempo indefinido y hay distintos grados y formas, cada persona vive la enfermedad de una manera única y su tratamiento debe ser personalizado, pero tratarse de una depresión es algo totalmente lícito y necesario, el libro nos explica que una sociedad que trate y respete a las personas con depresión será una sociedad mejor, del mismo modo en que se tratan las enfermedades del corazón o la diabetes. Cada vez tenemos más conocimiento del funcionamiento del cerebro y esto ayudará en el futuro a que haya tratamientos mejores a nivel farmacológico.
Ahora bien, la terapia conversacional también es importante, Solomon ha asistido a ella desde hace mucho tiempo y está totalmente convencido de su utilidad práctica, solamente hay que dar con el terapeuta adecuado. En este sentido, también vivimos en una época de falta de diálogo, en un mundo donde las apariencias reinan, es muy difícil confesar debilidades o momentos malos y hablar con sinceridad sin sentirse extremadamente vulnerable ante los demás, todo el mundo intenta aparentar que está estupendamente, cuando la realidad es que todos tenemos muchos problemas que solucionar y, de alguna manera, muchas deudas pendientes con nosotros mismos. No hay instrucción más difícil que hayan dado los libros de autoayuda en los últimos años que la de: CONÓCETE A TI MISMO, como si esa fuera la empresa más fácil del mundo; en realidad, las personas nos encontramos con multitud de obstáculos diarios para emprender dicha tarea, todo es apariencia, todo es felicidad y belleza, ¿cómo ser yo mismo si sólo puedo experimentar lo que soy en mi hábitat diminuto? Es complicado sofocar los desastres personales gracias a los éxitos sociales, que es lo que se pretende hoy en día, dejar fluir nuestra realidad sin contener nuestros sentimientos de esa forma tan cruel es quizá la mejor manera de conocernos a nosotros mismos, quizá se convertiría en un ejercicio sano para la mente aunque haya que convivir durante un tiempo con el dolor, que al fin y al cabo forma parte de la vida misma. Darse una vuelta por los libros de filosofía puede ser una gran ayuda para encauzar nuestros pensamientos hacia la creatividad y la razón, lo que tal vez nos ayude a elaborar un criterio propio.
Compartiendo las emociones se construye la SOLIDARIDAD
En El Demonio de la Depresión el autor narra las terribles experiencias de muchas personas en cuyas vidas ha reinado la violencia, el miedo, la vergüenza, la locura o la oscuridad total, pero en todas y cada una de ellas hay un sentimiento tan universal y reconfortante como es el de la ESPERANZA, la esperanza por volver a vivir, a sentir, a creer en la supervivencia como algo real y totalmente humano. Son testimonios reveladores y profundos, tan vívidos y cercanos que no los puedes pasar por alto; tú, mientras estás leyéndolos, estás ahí con ellos, sientes momentáneamente sus experiencias y te conmueves con ellas, es una lectura totalmente terapéutica, ayuda a pensar en el AMOR que está dentro de ti. En esos raros momentos de felicidad todos vivimos algo indeciblemente hermoso. La vuelta a la vida es como el sonido del TRUENO.
Se abrieron, entonces, de par en par las puertas
de su corazón y su alegría voló sobre el océano.
Cerró los ojos y oró en los silencios de su alma
Khalil Gibran
El Demonio de la Depresión es una obra reveladora y terapéutica que ayuda a entender la enfermedad de la depresión y a prevenirla, es una lectura acogedora y luminosa totalmente recomendable.
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