Jueves reflexivo. ¿Hay que decir siempre la verdad?
¡¡¡Muy buenos días a todos!!! ¿Cómo va la semana? Espero que genial.
Estamos a jueves y toca reflexión improvisada, así que vamos a ello que se me ha hecho muy tarde y no sé a que hora acabará todo.
Y sin más rollo empezamos.
Hoy no sabía el tema de la reflexión. A veces veo algo o hablo con alguien y de noche se me medioocurre, y ya por la mañana decido, pero ayer llegué a casa tarde y cansada y ni lo pensé, y hoy me he dormido.
Al empezar el post no sabía si rescatar alguno por la falta de tiempo, pero he preferido decir la verdad, decir que se me han pegado las sábanas, bueno, a mí y a todos, hoy ha sido apoteósico, y ponerme a improvisar. Y entonces se me ha ocurrido hablar de eso, de la verdad.
Hace algo más de dos años hablé de este tema aquí, me gustaría que lo leyerais para comparar, porque desde entonces las cosas han cambiado para mí. Además contiene una carta que escribí para mi abuelo, es muy triste pero llena de amor.
El otro día oí o leí, no logro recordar donde, que la verdad está sobrevalorada, y empiezo a estar de acuerdo.
Cuando escribí el otro post explicaba que soy bastante antimentira, pero me refiero a la vida en general. Me explico; en el blog todo lo que digo es verdad y sino quiero decir algo no lo digo, pero no tendría sentido contar una anécdota que no me ha ocurrido, una receta que no he hecho, hablar de un producto que no he probado o dar un truco que yo no uso. No me gustaría que alguien se riera de una anécdota graciosa que no viví, por ejemplo, prefiero contar una bobada, pero real.
Recibo muy poquitas cosas para probar pero ya he rechazado alguna que me han ofrecido porque no iban con mi forma de ser y no quiero mentir.
En el día a día no quiero mentir. He intentado acostumbrar a mis hijos a decir la verdad, y si por ejemplo, no llevaban un trabajo a clase porque no lo habían hecho(por pereza o lo que fuese) les explicaba que había que decir la verdad.
Pero tampoco me gusta ser intransigente y entiendo que a veces por miedo cualquiera se ve envuelto en una mentira y eso no le convierte en mala persona.
En el otro post también expliqué que cuando me llegó la mala racha económica lo oculté mucho tiempo, jamás por vergüenza, fue por evitar disgustos, y mentir así es realmente agotador, y cuando dices la verdad(aunque yo no he dicho lo grave del asunto ni lo mal que lo llegamos a pasar) es liberador.
Cuando mi padre falleció tuve que mentir. Si, ese día el médico nos dijo que la cosa iba mal, y tuvimos que entrar en la habitación y decirle que estaba mejor y que las molestias no eran nada. Y yo, que siempre he mentido fatal y que estuve a punto de quedarme fuera para no meter la pata, mentí tan ancha. Supongo que por supervivencia.
A veces nos las damos de sinceros y decimos verdades arrolladoras que no ayudan, más bien hunden. Las críticas constructivas son buenas, de hecho yo os he pedido opinión varias veces, incluso hice una encuesta en el blog que no descarto repetir en un futuro.
Pero decir la verdad a cualquier precio y en cualquier momento no siempre es la mejor opción. Por ejemplo, si una prenda de ropa me queda mal agradecería que me lo dijeran, pero no es necesario que sin venir a cuento me digan lo horrorosa que estoy, la mal que me queda y mi mal gusto, por ejemplo. Y eso se ve mucho en Redes Sociales, supongo que amparados en el anonimato.
Y no me gusta nada la gente que siempre dice que es sincera y solo saca defectos, ser sincera es genial, yo suelo decir lo que pienso, pero a veces callarse a tiempo también es una opción. Una youtubber a la que ya casi ni sigo dio una vez un buen ejemplo. Fue invitada a una boda y puso en sus redes sociales una foto del look, y mucha gente le dijo que iba mal, que no le favorecía...si ya estaba en la boda y no había arreglo, ¿para qué se lo dicen? Así te amargan el día y no arreglan nada, si hubiese sido en una prueba pues entiendo que te den la opinión porque puedes arreglarlo, pero una vez en la boda a ver que hace...y te dejan la seguridad por los suelos.
Ya empiezo a divagar, creo que las prisas y que no tengo a mi gato(a estas horas prefiere estar encima del radiador) me están robando la inspiración.
Otro ejemplo de verdades innecesarias lo he vivido en mi familia. Alguien cercano de más de 80 años tiene un problema de salud grave y no saben si tendrá buena solución. Ha ido al médico con bastantes acompañantes y le han dado la noticia a él, que se lo ha tomado genial, pero,¿Era realmente necesario? ¿No se lo podían decir a otro familiar y que éste decidiera si decirlo y cómo hacerlo? No sé, el paciente tiene derecho a saber pero hay casos y casos.
Luego está el postureo en RRSS, esa gente cuya vida es maravillosa. El otro día fui a dar un paseo muy largo y en los primeros cinco minutos hice muchas fotos, y luego guardé la cámara y me dediqué a pasear y hablar, y entonces se me ocurrió lo fácil que es fingir porque cualquiera puede salir a la calle, sacar fotos en cinco minutos que va estirando a lo largo del día como si estuviese disfrutando de un bulólico momento y pasarse la vida metido en la cama, por ejemplo. Total, que no me creo casi nada de lo que veo, lo de la gente con blogs normalitos si, claro, pero de los demás, pues no.
Ayyyy es que no sé por donde tirar. La peli que me había inspirado el anterior post, Magia bajo la luz de la luna, de Woody Allen con mi querido Colin Firth y la oscarizada Emma Watson me hizo pensar que hay mentiras que sí que, en mi opinión compensan, por ejemplo, la de Los Reyes Magos y demás personajes. Es una decisión muy personal, claro, pero a mí me gusta mucho esa época con los hijos, hay tanta magia y se forjan recuerdos preciosos para siempre.
También creo que algunos usan la verdad para ser crueles con otros, por ejemplo algunos jurados de concursos, para decir que haces algo mal, algo que salta a la vista, buscan la mofa y ridiculización, y eso, en mi opinión, no es ser sincero sino mala persona, claro que dan lo que la gente demanda.
Bueno, pues lo cierto es que poco más se me ocurre. Como conclusión diré que sigo siendo defensora de la verdad, que ser sincero es lo mejor, pero hay miles de matices, y a veces una mentira ahorra un disgusto a una persona, a veces no es necesario mermar la autoestima de los demás solo por decir esa verdad tan valorada, o sobrevalorada en este caso.
Lo que sí valoro es la sinceridad en el mundo blog, por eso leo muchos anónimos o de personas normales y corrientes, porque no mienten, o no lo parece al menos, no nos dicen que su vida es maravillosa, no nos dan falsas realidades, simplemente comparten retazos de su vida, sin más pretensiones.
Muchísimas gracias por leerme, y espero que no os aburráis, hoy estoy muy falta de inspiración y tiempo, jejeje, especialmente tiempo.
Prometo contestar a todos los comentarios de ayer, me ha sido imposible pero entre hoy, y el finde me pondré al día. Mañana tengo una comida familiar que me hace mucha ilusión pero trataré de buscar un hueco.
Por ahora os dejó, ya me he terminado el café y estoy con mi nuevo vicio, infusión de jengibre y canela con miel casera.
Mil gracias por leerme y hasta el sábado en mi repaso semanal o en el blog de Yolanda, que soy la blogger protagonista del mes y os dejo el enlace aquí.