Recuerdo perfectamente cuando me enganché a esta serie, que se ha convertido en una de mis imprescindibles. La verdad es que la pillé empezada, cuando iba por la tercera temporada, pero rápidamente me conquistaros sus tramas entre lo dramático, lo filosófico y el romanticismo y, en poco tiempo, conseguí ponerme al día.
Digo esto porque, a pesar de que ya vaya por su sexta temporada (todas bastante largas), nunca es mal momento para empezar a verla, incluso aunque comiences por esta última temporada, que es la hoy se estrena en Cuatro.
Lo cierto es que, más que una serie de médicos, es una historia de diversos personajes que comparten unas metas y aficiones; y a pesar de que desde fuera pueda parecer un poco culebrón por aquello de que parece que están todos con todos y por el sentimentalismo, para mí saben aprovechar la tensión que todas las series de médicos tienen a través de sus pacientes enfermos y moribundos, para encauzar un buen diálogo que hace pensar al espectador.
Aunque yo ya he empezado a ver la sexta temporada y la llevo bastante avanzada, os recomiendo este primer episodio que hoy se emite en Cuatro, con la tensión sobre qué pasará con Izzie y O'Malley, de quién será el nuevo jefe o de qué historias nuevas nos brindarán los diversos personajes que forman el Seattle Grace.
¿Te lo vas a perder? Os dejo con el vídeo promocional de la cadena: