Aquí te vamos a contar algunos datos de color (valga la metáfora para hablar de este tema) que bien podrías o no saberlos acerca de este artefacto y este servicio que tantas horas nos entretiene y está presente permanentemente en la vida de todos nosotros.
En primer lugar, podemos mencionar que una de los televisores más grandes, sino el que más, del mundo es un Panasonic de 150 pulgadas. Para que te des una idea del tamaño que estamos hablando, ten presente que tu aparato televisor de tu hogar ronda entre las 32 a 43 pulgadas, puede que sea un poco más a lo sumo, pero este Panasonic claramente quintuplica o al menos cuadruplica el tamaño estándar de los televisores.
Otro dato curioso es parte de la historia. Y es que recién la palabra “televisión” fue aceptada en el vocabulario de forma oficial para el año 1907. En parte es normal, porque antes de ello ni siquiera se conocía la existencia de este artefacto, pero lo curioso del tema es que estamos en presencia de uno de los objetos más presentes en casi todos los hogares del mundo, que solo tiene apenas poco más un siglo de haberse conocido. Si nos referimos a su abreviatura, TV, la misma fue aceptada recién para el año 1948.
En referencia a lo anterior, cuando hacíamos alusión a su fuerte presencia en gran cantidad de hogares en el mundo, para el año 2004 se contabilizaron más televisores que habitantes en Gran Bretaña, increíble, ¿no?
El gran evento que este medio transmitió alguna vez fue sin duda la llegada del hombre a la Luna. Esto se dio el 21 de julio de 1969, cuando el Apollo 11 llegó finalmente a este satélite natural. El alunizaje fue una de las transmisiones televisivas más vistas de la historia y rompió hasta ese momento récords nunca antes imaginados de audiencia. Se contabilizaron aproximadamente 600 millones de personas que vieron en vivo la llegada del hombre a la Luna. Lamentablemente, en agosto de 2006, la NASA anunció que había perdido todos los registros originales de las cintas que transmitieron esta gran hazaña del Apollo 11 y su tripulación.
Y si de dinero nos referimos, todos tenemos muy en claro lo costoso que puede resultar poner un programa televisivo al aire. Pero también puede resultar muy redituable en cuanto a las publicidades. Puntualmente fue en el año 2008 que se registró el costo al aire más caro de la historia de este medio. Fue durante la transmisión de un “Super Bowl” en Estados Unidos. Los 30 segundos de emisión, en ese momento, llegaron a costar la increíble suma de 2,7 millones de dólares.
Esto mismo, por supuesto, ni se lo habrá imaginado John Logie Baird, que fue quien realizó la primera emisión televisiva en octubre de 1925. Para ese entonces, este peculiar personaje de la historia logró transmitir por unos instantes la imagen de una cara humana.
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